El Espanyol se instala en el día de la marmota: sin goles ni puntos

Ante la Real Sociedad no hubo manera. De marcar y, claro, de ganar. El Espanyol, peligrosamente, se ha acostumbrado en este inicio de Liga a quedarse a cero, tanto de puntos como de goles, y en el ambiente empiezan a aparecer las primeras dudas. El equipo, el pasado sábado, jugó bien pero demostró una alarmante falta de gol y así es imposible sumar puntos. En Primera no hay perdón y Take Kubo, con su 0-1, mostró el lado cruel a los blanquiazules. Es la sexta vez que el Espanyol arranca una Liga con dos derrotas y sin marcar tras las de 1945-46, 1070-71, 1981-82, 2006-07 y 2009-10.

Enderezar el rumbo es tan vital como no estancarse. Y es que el miércoles, el conjunto de Manolo González visita al Atlético de Madrid. Partido gigante y al que el Espanyol necesitado porque no ha sido capaz de sumar todavía ningún punto y tampoco ha marcado (es el único de toda LaLiga). Los datos duelen, aunque a lo que se agarra la plantilla es a las sensaciones. Estas les permiten mantenerse optimistas respecto al futuro y Carlos Romero explicó que “el equipo está fastidiado. Se cambió la imagen de Valladolid y dimos un paso adelante, lo que pedía el entrenador. Creo que el plan de partido nos salió bien, pero al final se define en las áreas. No podemos reprocharnos nada. Hay que seguir trabajando e intentar conseguir puntos cuanto antes”.

La sensación de tristeza en el vestuario perico por no haber podido sumar todavía ni un solo punto en las dos jornadas que se contabilizan es palpable y Alejo Veliz, que tuvo una ocasión inmejorable de gol en la segunda mitad para adelantar a su Espanyol ante la Real Sociedad (habría sido el 1-0), confesó que “estamos muy tristes porque sabíamos que era un partido que podíamos ganar. Vamos a tratar de sacar las mejores cosas de este encuentro para hacerlo lo mejor en el próximo y traer los tres puntos a casa. Para nosotros, los delanteros, el gol es algo muy importante. Yo en lo personal lo estoy buscando mucho y estoy algo ansioso, pero gracias a Dios tengo el respaldo de mis compañeros y los técnicos, que me dan mucha confianza. Pifié, pero contento por el equipo que dio mucho. Subimos el nivel del último partido y toca levantar la cabeza porque en tres días tenemos la revancha”.

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