El Espanyol regresa a su ‘casa’: ¿cuál fue el último partido del Espanyol en Montjuïc?
Tamudo marcó su primer hat-trick, que fueron sus últimos goles con el Espanyol, en la temporada del último triunfo perico a domicilio ante el Barcelona.
“Montjuïc, nunca te olvidaremos pero nunca te añoraremos: volvemos a casa”. Era una de las numerosas pancartas que se desplegaron con ocasión del último partido que el Espanyol jugó como local en la montaña mágica, el 31 de mayo de 2009, justo antes de aterrizar en su estadio de propiedad, Cornellà-El Prat. “Se alquila”, “Adéu, Montjuïc; adéu, Dani (Sánchez Llibre); gràcies, Tamudo” también fueron lemas que se desplegaron aquella tarde primaveral, junto a cánticos como el “¡Sí, sí, sí, nos vamos de Montjuïc!”.
Considerado un estadio frío, desangelado, apartado del núcleo urbano e incómodo para ver el fútbol y alentar por su pista de atletismo, el espanyolismo se tomó aquel 31 de mayo como un hasta nunca, tras 12 años allí, desde la venta de Sarrià. Y también como una reivindicación, toda vez que el equipo perico llegaba al partido milagrosamente salvado, la semana anterior en Almería (0-3), pese a que a falta de diez jornadas para el final se había llegado a situar a ocho puntos de la permanencia. 25 puntos sobre 30 posibles obraron la gesta.
Sus mejores años deportivos
La guinda a la despedida de la montaña mágica, donde con el paso del tiempo se ha demostrado que el Espanyol en realidad vivió sus mejores años deportivos -con la consecución de dos Copas del Rey y un subcampeonato de la Copa UEFA-, la puso en aquel Espanyol-Málaga del cierre un Raúl Tamudo que jamás había anotado un ‘hat-trick’ en Primera. Y que jamás volvería a hacerlo.
Desde noviembre del año anterior llevaba el capitán blanquiazul sin marcar, por increíble que parezca, ya que además tardó tan solo seis minutos en batir al malogrado Francesc Arnau. Con la zurda hizo el segundo, al filo del descanso. Y coronó el 3-0 definitivo en el minuto 56, a resultas de un penalti que sobre él mismo cometió Weligton, quien fue expulsado.
Aquellos tres goles de Tamudo le situaron asimismo con 129 en Primera con el Espanyol. Y ahí se detendría su marcador, ya que continuaría una temporada más en el equipo, pero en blanco. Un registro que le sigue manteniendo como el máximo goleador catalán en la historia de la Liga.
También se convertiría aquel encuentro en una despedida inimaginable, ya que a la postre sería el último partido oficial de Dani Jarque, el eterno capitán, quien fallecería el siguiente 8 de agosto, justo una semana después de haber inaugurado ya con el brazalete en el brazo el nuevo estadio de Cornellà-El Prat.
El curso del ‘Delapeñazo’
En el Espanyol-Málaga que cerró la etapa de los pericos en Montjuïc jugaron, entre otros, Carlos Kameni, Luis García, Francisco Rufete e Iván de la Peña. En esa misma temporada, la del adiós a la montaña mágica, ‘Lo Pelat’ había sido protagonista al liderar con sus dos goles la hasta hoy última victoria del Espanyol como visitante ante el Barcelona: 1-2 en el Camp Nou. El ‘Delapeñazo’. Este domingo, el local en Montjuïc será el Barça.
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