El Espanyol es ‘tripolar’
Desperdició el equipo una nueva oportunidad de oro, tras dos victorias. Sucumbió ante un rival directo y deja el descenso a dos puntos. Todo comenzó en una banda, por la lesión de Oliván.
De 100 a 0. Eligió Diego Martínez mal día para cumplir 100 partidos, como diría aquel mítico personaje de ‘Aterriza como puedas’, una película que le va como anillo al dedo a este Espanyol, que provoca emociones encontradas y que es capaz de pasar de alegrías reconfortantes como las dos victorias consecutivas con las que llegaba a Valladolid, aunque milagrosa la de Elche, a momentos irrisorios como la derrota en Pucela, con un espejismo (el gol de Braithwaite) como en el choque ante la Real Sociedad pero más semejante a la debacle de semanas atrás en Almería. A ambas las une un denominador común: que debían convertirse en el tercer triunfo seguido y que acabaron constituyendo un naufragio. En realidad, la peli también podría ser ‘Un, dos, tres... Splash’. El Espanyol, definitivamente, no es bipolar... Sino ‘tripolar’.
LaLiga Santander 2022/2023
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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11Girona | 30 | 8 | 6 | 10 |
12Espanyol | 27 | 6 | 9 | 9 |
13Celta de Vigo | 27 | 7 | 6 | 10 |
Próximos partidos | |
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Real Madrid - Espanyol | S-11/03 14:00 |
Espanyol - Celta de Vigo | S-18/03 18:30 |
Girona - Espanyol | S-01/04 14:00 |
*Datos actualizados a fecha 5 de marzo de 2023
Una sola pieza, un castillo de naipes. Presentaba Diego Martínez el que probablemente sea a estas alturas su once de gala, con el regreso de Joselu a la titularidad. Pero le duró nueve minutos. Lo que tardó en producirse la marcha de Brian Oliván, golpeado por Plata en los primeros compases. Una sola pieza que, sin embargo, removió todos los cimientos, así de importante es en el Espanyol el ex del Valladolid. Y así sus reemplazos, con Pedrosa desaparecido en combate desde hace más de diez meses.
Una banda, o dos. Porque la lesión de Oliván precipitó la entrada de Pierre-Gabriel, pero el entrenador no situó en la zurda al polivalente lateral francés sino que puso allí a Óscar Gil. Y de una falta de éste, con amarilla incluida, nacieron tanto el 1-0 del Pucela como otros dos movimientos: el cambio de bandas de ambos y la entrada al descanso de Rubén Sánchez en su lugar. Pero ahí no acabaron todos los males del Espanyol, que vio cómo del desequilibrio tragicómico de Plata sobre Pierre-Gabriel surgió el segundo del Valladolid, en el que también fallaron los centrales perdiendo la marca del recién ingresado Aguado. El despropósito continuó con la marcha del galo a diez minutos para el final para apostar por carrileros.
Puado lo hace (casi) todo bien. Tuvo Puado la ocasión más clara de la primera mitad para el Espanyol, al borde del descanso. Juego directísimo desde Pacheco, notable control, carrera y lanzamiento tan potente como bien colocado. Bueno, esto último por centímetros. Porque impactó el balonazo en el larguero, casi en la escuadra, con lo que el canterano suma media docena de remates al palo, el jugador que más en la Liga. Antes, a los 20 minutos, ya había gozado de una meritoria acción individual en que solo le falló la definición. Porque Puado lo hace bien prácticamente todo. Defiende como nunca, gana los duelos que antes se le resistían, se planta con facilidad en el área rival, pero le falta esa definición que le coronaría entre los grandes de Primera y con la que el Espanyol tendría unos cuantos puntos más.
Ganó Pacheta. Si alguna lectura positiva deja para el perico esta derrota es que el tanto tardío de Braithwaite iguala el ‘goal average’ con el Valladolid (1-0 fue el resultado en el RCDE Stadium), así como el éxito de alguien que tanto se significó con el sentimiento del Espanyol como lo es José Rojo ‘Pacheta’, un entrenador honesto, natural, quien ganó la partida. Pero ni por ello puede alegrarse el hincha blanquiazul, que ve cómo queda el descenso a dos puntos, con el Bernabéu asomando en el horizonte. Estabilidad total.