El Espanyol busca inspiración en la Montserrat de Pochettino
El equipo de Diego Martínez ha cambiado el césped de la Ciudad Deportiva de Sant Adrià por los caminos de la montaña barcelonesa, talismán en las agónicas salvaciones.
La plantilla del Espanyol ha cambiado el césped de la Ciudad Deportiva de Sant Adrià por las rocas y los senderos de Montserrat, lugar de entrenamiento este miércoles. Tanto el cuerpo técnico como los futbolistas han realizado una ruta hasta el pico más alto, Sant Jeroni (1.236 m), en una jornada otoñal, de frío, que ha servido para cambiar rutinas, trabajar la cohesión de grupo y dejar atrás la tensión de la vuelta a los entrenamientos. Tras una semana de mucha carga, la plantilla viajará el lunes próximo a San Pedro del Pinatar (Murcia) ha preparar la vuelta a la competición con dos amistosos.
Montserrat viene cargado con simbolismo para el Espanyol. Un lugar de inspiración y peregrinaje. El 24 de marzo de 2009, Mauricio Pochettino y Feliciano di Blasi, tándem en el banquillo en el primero curso del hispanoargentino al frente del primer equipo (llegó en enero), ambos subieron a pie desde la localidad de Monistrol hasta el monasterio. Recorrieron por “fe” esa distancia de 12 kilómetros. “Los que somos creyentes debemos tener fe y si nos ayuda la virgen, mucho mejor”, dijo el posterior técnico de Tottenham y PSG. Lo cierto es que nadie pudo negar que el Espanyol desde entonces contó con ayuda divina.
El equipo perico era colista a ocho puntos de la salvación a falta de diez encuentros. Desde aquella ascensión, los pericos solo perdieron un encuentro y se salvaron holgadamente consiguiendo 25 de 30 puntos, la mayo remontada de la historia. Para devolverle el favor a la Moreneta, el cuerpo técnico junto a Iván de la Peña y Luis García repitieron la excursión el 2 de junio del mismo año, ya salvados. La Abadía de Montserrat les recibió con los brazos abiertos.
La estima de Pochettino por Montserrat viene de su etapa de jugador. Ya en la campaña 2003-04, cuando era jugador (llegó por segunda vez en enero), hizo la ascensión con el mismo Feliciano di Blasi, por aquel entonces preparador físico de Luis Fernández, el técnico que obró otro milagro de salvar al conjunto blanquiazul después de una penosa primera vuelta. Una tradición que ahora recupera Diego Martínez, quien ha instaurado el modo supervivencia. Y no hay mejor aliado que Montserrat y su virgen para respaldar la “fe” que proclama el técnico desde que llegó.