El ‘efecto mariposa’ en el caso Boyomo se llama Peter Lim
La ausencia de avances en Mestalla para resolver la salida de Cenk y la llegada de otro central puede acabar con el culebrón del verano.
Dice el proverbio chino que “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”, dando lugar al famoso ‘efecto mariposa’ que explicado más científicamente viene a determinar que “una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, puede generar un efecto considerable”. En el caso Boyomo, el efecto mariposa viene provocado por la indefinición, bien conocida en Valencia, de su dueño Peter Lim, según fuentes consultadas por AS.
Ya son conocidas algunas de las acciones del máximo accionista valencianista, cuando la temporada pasada dejó en la estacada, en el último momento, a Rafa Mir, que finalmente ha firmado como che esta campaña, o como retrasó más de una semana el regreso de Marcos André al Real Valladolid. Precisamente estos antecedentes, agravado por la diferencia horaria de seis horas con Singapur, son el principal escollo para que se produzcan fichajes de centrales en cadena.
La historia es como sigue: Osasuna hizo una oferta formal a final de la semana pasada al Real Valladolid de cinco millones por Boyomo después de haber estado tanteando varias opciones en el mercado. En Zorrilla no hace mucha gracia deshacerse del camerunés como explicó ayer Pezzolano, pero la economía, el límite salarial, aprieta y no se niega a la operación por lo que pone en marcha la operación Cenk, aunque nunca se olvida de Tárrega, ambos jugadores del Valencia. El problema es que al valenciano, como tercer central, su club no le deja salir y al turco, con un sueldo importante, hay que convencerlo pese a que entrena en solitario. De hecho, Cenk tenía una oferta para jugar en Bélgica, pero en las últimas horas se ha caído y parece que está por la labor de recalar en Valladolid.
Como es lógico, si el Valladolid pierde a un central quiere tener su repuesto antes y si el Valencia pierde a un central quiere tener a su sustituto antes. Así lo expresó Rubén Baraja en la rueda de prensa de ayer. Y aquí empiezan los problemas. Porque cuando faltan menos de 72 horas para el cierre del mercado, que sólo va a durar dos meses (nótese la ironía), y con los famosos antecedentes de Peter Lim, dueño del Valencia, poca gente confía en que va a dar luz verde a la llegada de un central y la salida de otro en tan corto espacio de tiempo... y sin ese movimiento el Real Valladolid se niega, mientras pueda, a vender a Boyomo, y obliga a Osasuna a buscar otras vías que ya activó el martes, como contó AS, aunque no se olvida, ni mucho menos, del camerunés. El último nombre en aparecer para reforzar al equipo navarro es el de Mujaid Sadick, procedente del Genk, cuyo coste sería de 3,5 millones, según publico en X Sito Fernández.
Por tanto, queda mucha tela que cortar, muchos contratos que redactar y menos de tres días para encontrar soluciones a graves problemas. Porque si el Real Valladolid no vende a Boyomo existen serias dudas de que pese a sacar a De la Hoz y Biuk se pueda inscribir a Latasa, se pueda contratar a Pablo Martínez o se pueda firmar un lateral izquierdo... Porque sí, hay que recordar que a menos de 72 horas del cierre de mercado el Real Valladolid no tiene lateral izquierdo puro en su primer equipo. Ver para creer.
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