El día que Simeone se llevó cinco en Montjuïc

Barça y Atlético ya han jugado en el Estadi Lluís Companys. Fue el 25 de agosto de 1996. Se disputaba la ida de la Supercopa de España. El césped del Camp Nou llevaba con problemas desde la temporada 1994-95, cuando el estadio hundió su nivel unos metros para poner asientos en la zona de los goles. Seguramente, aquel Barça-Atleti se hubiese perdido entre los libros. Pero algo lo cambió. Recién aterrizado del PSV y de hacer diabluras en los Juegos Olímpicos de Atlanta, Ronaldo convirtió aquel partido en histórico con una elástica fabulosa a Delfí Geli, actual presidente del Girona (visitará la montaña mágica la próxima semana por cierto), que quedó en el recuerdo de todos los aficionados del Barça por su cierto parecido a la cola de vaca de Romario Alkorta; y anticipó un año memorable del delantero brasileño antes de que el Inter de Milán, Martins, Pitta, Branchini y la torpeza de Núñez lo arrancaran de la Ciudad Condal.

De aquel partido, apenas hay dos protagonistas que continúan en ambos clubes. Uno es Sergi Barjuan, actual director deportivo de Barça Escola y que tuvo papel de interinidad en el banquillo del club azulgrana después de la destitución de Koeman y hasta la llegada de Xavi. Pero, sobre todo, queda Diego Simeone, actual entrenador del Atlético, que aquel día compartió centro del campo con el checo Radek Bejbl, que venía de hacer una gran Europa en Inglaterra, Roberto Fresnedoso y Milinko Pantic. Simeone, que por entonces ya era ídolo del Atlético, ya había tenido algún episodio polémico con el Barça como jugador del Sevilla, como cuando Romario le dio un puñetazo y fue expulsado. Aquel día en el Lluís Companys, conoció a otro brasileño demoledor.

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