El desplome de Pjanic
El bosnio fue intercambiado por Arthur Melo para cuadrar cuentas entre Juventus y Barcelona. Ahora se marcha gratis y con su valor en declive
Miralem Pjanic era un fijo en la Juventus. El bosnio formaba como cinco y dirigía las operaciones de una Juve que aún imponía su ley en el Calcio. Todo, tras brillar en la Roma y en el Olympique de Lyon. En las tareas de ‘regista’ y fijo en los onces, Juventus y Barcelona acordaron un trueque con Arthur Melo. El brasileño, aún joven, daba sus primeros pasos con cierta firmeza en el Camp Nou en su llegada al fútbol europeo. El trueque era beneficioso para ambos en lo económico y el ‘parecido’ entre los jugadores no parecía afectar demasiado. Solo parecía.
Las cuentas cuadraron, pero no lo hizo el fútbol. Ni Arthur se adaptó a la Juventus ni encontró su mejor fútbol. El brasileño acabó cambiando de agencia (fichó por la de Federico Pastorello) y estos encontraron una salida de lujo de Turín: el Liverpool de Klopp. Allí buscará ahora una resurrección al alto ritmo impuesto por el entrenador germano.
Para Pjanic, su salida del Barcelona va a ser menos elitista. El bosnio está cerca de llegar al fútbol de Emiratos después de la etapa más complicada de su carrera.
En el Camp Nou, nunca encontró su hueco. Con Koeman acabó saliendo al Besiktas y con Xavi, aunque no era un jugador que le desagradara, acabará saliendo de manera definitiva.
El paso de Pjanic por el Barcelona no ha sido nada cercano al éxito jugando menos de 1300 minutos y apuntando a un tercio final de su carrera que ya lo hará lejos de la élite.
El mejor medidor está en su precio. Según Olocip, su valor de mercado antes del trueque era de 54 millones y esta semana, cuando se pondrá fin a su contrato, este ya estará en los nueve. Un sueño que nunca llegó a ser tal.