El despertar del Sevilla
El equipo de Sampaoli toma aire en la Liga y sueña en la Copa tras ganar seis de sus últimos ocho partidos. El técnico encuentra más argumentos en su plantel.
El tanto de Rakitic en el cierre del duelo ante el Cádiz supone un suspiro gigante para el Sevilla. El conjunto hispalense toma aire en la clasificación de la Liga para alejarse de los puestos de descenso y mira al futuro inmediato con un puñado de desafíos sobre la mesa y algo menos de miedo. Tres puntos como impulso inmejorable a un proyecto que necesita energías crecientes para volver a creer. “El equipo se puso a jugar al fútbol pese a todo”. Incidió en ello Jorge Sampaoli tras la victoria de los suyos y en plena crisis de identidad de la institución en relación a su batalla por el poder. El conjunto sevillista trata de apartarse de esa realidad y ejecutar su mejor versión de los últimos meses. Y los números no son casualidad: ganó seis de sus últimos ocho encuentros. Hay aire en Liga. Hay ilusión en Copa.
El sufrimiento marcó el choque ante el Cádiz, pero las sensaciones reflejan mejorías claras en el equipo. Hubo más intensidad, más presión y más verticalidad. Navas vuelve a ser Navas, Rakitic levantó la mano para ser un capitán sobre el césped y la defensa aparentó tener menos dudas que nunca. Sonríe, o lo intenta, Sampaoli, que fue claro al valorar lo que llega: pondrá todo lo que tiene en la Copa este miércoles ante Osasuna sin mirar de reojo la importante cita del domingo contra el Elche. No tiene un bloque amplio aún, pero confía en que sus jugadores sean capaces de rendir al máximo en dos escenarios mientras aún se mira de reojo a Monchi a la espera de alguna sorpresa del mercado.
A Sampaoli le ilusionan también los detalles y hubo muchos ante el Cádiz. Apareció Ocampos en su reestreno para desmarcarse y motivar la mano decisiva del penalti clave. Su energía es diferencial y ahora el reto es que recupere su ritmo de competición para ayudar al equipo desde el inicio. También hay tintes de esperanza con Suso: el gaditano entró de nuevo en los últimos minutos y esta vez lanzó un centro envenenado al área que motivó la mano de Alejo. Hay pinceladas de mejoría en muchos contextos y Sampaoli sabe que a partir de ahí puede crecer su proyecto.