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“El deseo de venir al Espanyol ha hecho que cayera de pie”

Expósito habla de su aterrizaje en el club perico, de las posibilidades del equipo y de su historia distinta: “Cogí otro camino pero he llegado al mismo punto”, reflexiona.

Edu Expósito.
Joan M. Bascu

Edu Expósito, de niño, se ponía unos guantes e imitaba a Oliver Kahn en el campo de la avenida Onze de Setembre de Cubelles, donde se formó como jugador pese a que tenía alma de portero. También de goleador, porque se hinchó a meter un porrón de goles en un club a la sombra de los grandes pero con una metodología que lo situaba entre los más formadores del fútbol catalán. Expósito no ha jugado ni en el Barcelona, ni en el Espanyol y hasta los 17 años no llegó a la Damm, pero acumula 76 encuentros en Primera y, como él dice, ha caído de pie en el Espanyol. Acumula dos goles y es imprescindible para Diego Martínez. Ahora espera lo más importante: que el equipo gane, se consolide el proyecto y el mediocentro encuentre la estabilidad en Primera que le faltó en Deportivo y Eibar.

-El pasado fin de semana recibió un homenaje del Cubelles, su club desde niño. ¿Está muy ligado a su pueblo?

-Estoy muy emocionado por ese saque de honor, por ver que la gente del pueblo me siente cerca. Tengo amigos en el primer equipo, también otros que son entrenadores y estoy vinculado al club. Cuando puedo, voy a ver partidos. Si yo fuera ahora un niño me habría gustado tener cerca a jugadores que han llegado a Primera. Mantengo amigos de toda la vida, de los de verdad, con los que tengo un grupo de whatsaap.

-¿Cómo vivía el fútbol en su casa?

-Siempre lo vivimos intensamente. Mi hermano era el que empezó a jugar y lo dejó cuando yo tendría siete años. Iba a ver todos los partidos, teníamos una buena escuela en Cubelles. Aprendí mucho. Cuando mi madre no podía ir por trabajo, me acompañaba mi abuela.

-¿Qué ídolos tenía?

-Me gustaba ser portero, me ponía los guantes porque me apasionaba Oliver Kahn y sus shows en el Bayern, también el Mono Burgos aquí en España. Me fijaba en lo que se veía por la televisión. Veía mucho fútbol. Era una época en la que la magia de Ronaldinho nos gustaba a todos los niños.

-Lleva dos goles este año, ¿de niño ya tenía facilidad para marcar?

-Me gustaba estar cerca de la portería, me ponían de delantero. Por mi estatura me fueron retrasando más. Siempre me gustó llegar al área. No tengo facilidad, pero estoy cogiendo protagonismo y eso es básico para coger confianza. Lo noto.

-Usted no se formó ni en Barça ni en Espanyol y hasta los 17 años no llegó a la Damm. ¿Su caso es particular?

-Muchas veces digo que yo no salí de ninguna cantera. Cubelles, Vilanova, Gavà y Damm. Muchos se sorprenden de mi trayectoria. Tuve que tomar otros caminos, pero me llevaron al mismo punto, que es Primera División. Lo importante es llegar, no me arrepiento de cómo fue mi formación. Disfruté mucho.

-Con 18 años se va al Deportivo. ¿Le costó tomar esa decisión de salir a más de 1.000 kilómetros de su casa?

-Cuando me entero de la noticia, la primera llamada que hago es a mi madre, a la que le cuento todo. Iba en tren de Cubelles a Gavà y literalmente le digo: ‘Mamá, yo creo que allí no voy a ir porque está lejos y llueve mucho’. No sabía la magnitud del club, estábamos acabando la Copa del Rey, centrado en otras cosas. Luego lo analicé y decidí que lo mejor era irme. Ese era el paso. Era el riesgo y lo viví de esa manera.

-¿Todo fue de color de rosa en A Coruña?

-Hubo momentos buenos y otros malos. Celso Borges me ayudó mucho, me tenía cariño. Los primeros meses lo pasé mal. Vivíamos en una residencia, yo tendría 19 años, jugaba poco… Pero luego poco a poco ya voy entrando hasta que debuté en el primer equipo y todo mejora.

Edu Expósito.
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Edu Expósito.Joan M. Bascu

-¿Ha aprendido más de amateur que en el fútbol base?

-Sin la base que llevo, no habría sido posible llegar. Parece que haya salido del Cubelles y se dé menos valor, pero aprendí muchísimo.

-¿Y de Mendilibar en el Eibar que aprendió?

-Mendilibar va al grano. Va de cara, me dijo que confiaba en mí. La primera vez me mete a los 20 minutos de un partido, fue un shock. Hay una cosa clara con él: o te metes en la rueda o estás fuera. No cambiará su manera de pensar por un jugador. Si no haces lo que él dice, no entras en esa rueda. Quiere que haya un rendimiento.

-¿Le recuerda en eso de la rueda a Diego Martínez?

-Sí. Y en exprimir al máximo al jugador. Quiere que los futbolistas mejoren, el jugador tiene que querer mejorar. El técnico no te dará siempre la mano si no quieres. Es un poco parecido a lo que era Mendilibar. Me parece un técnico carismático que nos ayuda.

-¿Le da la sensación de que lleva toda la vida en el Espanyol?

-Ha sido el deseo de vestir esta camiseta durante muchos años lo que ha hecho que se haya plasmado rápido. He caído de pie. Marqué en la primera jornada. Los compañeros nos han tratado a los nuevos de maravilla y estoy muy contento.

-¿Esta es la oportunidad de su carrera?

-Ha sido un salto importante. El escalón del Espanyol es muy alto, es una oportunidad y he firmado por cinco años. Es una felicidad estar aquí todos los años que pueda estar. Ojalá pueda aportar y ayudar al equipo. Será bueno. Estoy contento y feliz con el cariño de la gente.

-¿Qué le ha faltado al equipo para sumar más puntos?

-Tener más suerte. El día del Madrid podríamos haber empatado y nadie hubiera dicho nada. Courtois saca una mano a Joselu espectacular. Y luego necesitamos no fallar nosotros mismos. Estamos trabajando para ello.

Edu Expósito.
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Edu Expósito.Joan M. Bascu

-La afición espera un mejor entendimiento con Darder. ¿Necesitan tiempo para formar una sociedad relevante en el equipo?

-En todo se necesita tiempo. Necesitamos jugar partidos para conocernos bien. En el partido de San Sebastián se vio un poco más esa asociación, pero no solo somos los dos, seremos seguro un buen equipo. Hay que tener esa afinidad con el balón. Darder tiene la responsabilidad de ser el primer capitán, necesitaba tener esa jerarquía de vestuario y de club. Nos representa a todos.

-¿Qué jugador le ha sorprendido más?

-Me ha sorprendido Óscar Gil porque es incansable, no para de correr, es duro, es difícil de rebasar en un uno contra uno. Tiene una fuerza mental tremenda.

-¿Este equipo necesita paciencia?

-Es normal que la gente este preocupada porque ve a su equipo con cuatro puntos, nos falta ganar en casa; les entiendo. Les pido que tengan paciencia, sé que es lo más difícil. Lo que les pido es que sigamos sintiendo en los partidos de casa la entrega y el cariño, como ante el Sevilla y Madrid. La gente está encima. Creceremos.

-Usted devora fútbol, ¿ya tiene mirada de entrenador?

-Sí, totalmente. Me gustaría ser entrenador. Cada vez veo más lo táctico de los entrenadores. Me fijo también en cómo gestionan los vestuarios, algo que es bastante difícil. Todos los futbolistas quieren tener protagonismo.