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SEVILLA 1 - BETIS 0

El derbi de las distancias

Sevilla y Betis exponen alguna virtud y un puñado de carencias en el duelo disputado a 10.000 kilómetros. La pegada fue diferencial. Bono sonríe, Carvalho crece.

Ayoze, con Kike Salas.
Francisco GuascoEFE

El derbi sevillano se desplazó a casi 10.000 kilómetros de la capital hispalense para dejar luces y sombras en dos equipos que aún tienen mucho camino que fabricar en la antesala del inicio de la temporada. La sonrisa fue para el Sevilla porque ganar siempre es el mejor billete hacia la felicidad. Sea o no en un amistoso. La decepción, relativa, fue verdiblanca porque un derbi nunca deja de ser un derbi y su falta de pegada se convirtió en una condena letal. Pero tras ese 1-0 en tierras mexicanas, hay mucho más para Sevilla y Betis. Hay confirmaciones de ilusión cuando Juanlu se agarra a ese carril diestro prometiendo mucho a casi todos. Hay sensaciones de esperanza cuando William Carvalho se disfraza de Canales y dictamina que también él quiere ser un líder en Heliópolis.

Las certezas de Mendilibar

El Sevilla saltó al césped del estadio de Guadalajara con la intención de ganar. Varió piezas respecto a su último amistoso y comprendió que quizás un amistoso casi nunca deja de serlo. Tembló Montiel como lateral izquierdo improvisado mientras en el derecho el canterano Juanlu se ganaba una carta de protagonismo que aprovechó al máximo. Contuvo a Ayoze, retó a sus enemigos y fue valiente. Sueña con ser la sombra de Jesús Navas en esa banda derecha para esta campaña e hizo méritos para ello en un derbi de improvisaciones. Si algo tiene claro Mendilibar, es que Bono y En Nesyri siguen siendo diferenciales: el primero detuvo una acción de gol de Juanmi y el segundo destrozó la meta de Rui Silva con un remate perfecto. Los millones de Arabia tientan a los marroquíes y ellos responden desde México con otra demostración de talento. ¿Qué ocurre si se marchan? Hubo un poco de Fernando y también pinceladas de Óliver para convertir en meritorio el duelo. Pero ganarlo fue quizás la mayor virtud del Sevilla. La que, además, suele ser la más admirable.

Los tiempos de Pellegrini

La pretemporada no expone demasiados brillos en este Betis. Pero sí ejecutó esta vez detalles de esperanza en el derbi de México. No estuvo lejos de la victoria pese a perder. Sostuvo su candidatura en sus vías de pegada y éstas no llegaron. Borja Iglesias erró lo que no debe errarse y la película giró por completo pese a que también Bono apareció después para cerrar más puertas de éxito. Pellegrini necesita más y quizás no lo tenía sobre el césped. Los focos giran sobre Isco, la gran ausencia de este choque. El malagueño tal vez, sólo tal vez, tenga la llave para afinar ese juego de asociación del equipo verdiblanco para que haya más creatividad y menos parsimonia. Su líder, de momento, es William Carvalho. Él se viste de Canales para tomar iniciativas y agarrar galones. Acierta y falla. Pero siempre levanta la mano. A este Betis le queda camino por recorrer y virtudes que fabricar. Pero es Pellegrini quien parece controlar los tiempos.