El déjà vu de Rodrygo
La del derbi fue su cuarta noche milagrosa: tras Inter, Chelsea y Manchester City. Se ha vuelto adicto a aparecer en los momentos claves. Tiene un don para ello
Y volvió a pasar: Rodrygo, héroe cuando todo parecía perdido. No hay explicación; sí una tesis: una vez podía ser casualidad; incluso dos, suerte. Pero la del pasado derbi fue su cuarta vez enfundándose la capa. Un historial de milagros que ya ha valido dos vidas europeas y un billete a semifinales de Copa. Casi nada. Venía de antes, pero la ración de magia de la que intentó impregnarse, tocándole las rodillas a Ronaldo durante el Mundial, puede haber acrecentado lo que ya es un poder. Desde el 3 de noviembre de 2020, cuando salvó al Madrid un batacazo histórico frente al Inter, ha ido labrándose una fama que en el derbi, volvió a escena.
Inter (2020)
Su primera vez fue por la puerta grande. El Real Madrid, la Champions 2020-21, empezó asomándose al abismo: derrota en casa frente al Shakhtar (2-3) y empate en Mönchengladbach (2-2). Así, el runrún de una eliminación precoz sobrevoló la tercera jornada: el Inter, que aún tampoco había ganado, viajaba al Di Stéfano. Perder aquel partido habría sido un jaque casi mate. Con todo en un puño y el 2-2 en el marcador, Rodrygo apareció para recibir en el costado derecho y fusilar con el empeine. Un golazo que hizo latir. En aquella edición acabaron llegando hasta semifinales (eliminados en Stamford Bridge).
Chelsea
En el recuerdo más reciente está su golazo a Mendy. De hecho, a aquel partido llegó tras ofrecer un aperitivo: su entrada revitalizó al Madrid ante el PSG. Tan sólo 2 minutos después de entrar, empezó la remontada. El aval no le sirvió para ser titular en cuartos, pero cuando empezó a sonar la banda sonora de Psicosis... dio un paso al frente. Ganaba 0-3 el Chelsea, tenía al Madrid contra las cuerdas. Y de la nada, Modric se inventó un centro con el exterior a la espalda de la defensa que él, mandó a la red. Con ese zarpazo se forzó la prórroga, que acabó en billetes a semifinales.
Manchester City
Y después, la obra culmen. El milagro de los milagros; doble, por si parecía poco. Un tándem de goles al borde del silbatazo final para remontar al Manchester City, forzar la prórroga y enfilar el sendero a Saint-Denis. Fue una de las actuaciones individuales más recordadas de los últimos años: el disparo de primeras a pase de Benzema fue notable, pero su testarazo entre dos torres como Laporte (1,91 metros) y Rúben Dias (1,87), midiendo apenas 1,74... es casi imposible de explicar. Llevó el duelo a la prórroga y el resto, ya es historia.
Y llegó el derbi
Hasta este jueves, cuando se enfundó la capa de superhéroe de nuevo para sostener el sueño copero. Ganaba el Atlético de Madrid en el Bernabéu y parecía bien plantado atrás. Sin grandes sufrimientos; sin vuelos de Oblak. Así, la única fórmula que se imaginaba para romper los moldes era una individualidad. Recibió Rodrygo, hizo una croqueta, pisó el balón, se perfiló hacia fuera y marcó con la puntera. Un golazo digno de Ronaldo Nazario que, efectivamente, recordó su anécdota con las rodillas. Su cuarto milagro con el Real Madrid. Sintió el Bernabéu lo que se siente en un déjà vu. Otra vez... San Rodrygo.