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BARCELONA

El cuestionado Lewandowski, más eficiente que Bellingham

Sus siete goles en Liga le han dado diez puntos al Barça. Los diez del inglés, nueve al Madrid. El polaco ya le ha dado más puntos al equipo azulgrana este curso que el pasado.

Los jugadores del Barcelona, Robert Lewandowski y Ferran Torres, celebran el 2-1 del jugador polaco.
Los jugadores del Barcelona, Robert Lewandowski y Ferran Torres, celebran el 2-1 del jugador polaco. GORKA LEIZADIARIO AS

Cosas del fútbol, el Lewandowski más cuestionado de los últimos años, y con malos gestos como el que tuvo este domingo con el jovencísimo Lamine Yamal negándole el saludo tras una acción, está siendo extraordinariamente eficiente en la Liga. Sus siete goles le han dado diez puntos al Barça, dos más que los ocho que le dio en toda la temporada pasada. Una cifra espectacular que le convierte, además, en el jugador cuyos goles ofrecen más rendimiento en todo el campeonato. Los diez tantos de Bellingham le han dado nueve puntos al Madrid; y los siete goles de Gerard, ocho al Villarreal pese a que ya va camino de su tercer entrenador este curso.

Como en el partido contra el Celta, Lewandowski se echó al equipo a la espalda, especialmente en la acción del 1-1, en el que se inventó un gol donde casi no había nada. Koundé puso un balón muy normal en el área. El polaco voló y se inventó un cabezazo al que le dio fuerza, colocación, y superó a Sivera. Ese gol tranquilizó a un equipo nervioso y le permitió no jugar la segunda parte en un estado de estrés. Luego, tuvo sangre fría para hacer el 2-1 de penalti con ese estilo que ha patentado hace un tiempo. Una fórmula que hace sufrir a los aficionados del Barça, con una mezcla de ‘paradinha’ y salto que este domingo le funcionó contra el Alavés. Sus dos goles le dieron tres puntos al Barça. También los que marcó contra el Celta. Ante Villarreal y Osasuna consiguió dos tantos que evitaron que el partido terminase en empate. En total, el polaco le ha dado diez puntos que mantienen en la carrera de la Liga al Barça. Eso, en un momento en que su figura estaba siendo muy cuestionado.

Lewandowski ha tenido un mal inicio de competición en términos de juego. Empezó justo la pretemporada. A sus 35 años, ha perdido mucho dinamismo en sus acciones. La falta de chispa le lastra en algunas acciones, pero él no está dispuesto a perder su estatus. En el campo y fuera de él, donde es directo en sus declaraciones. A finales de agosto, se quejó de que a veces el Barça no jugaba con demasiados jugadores de ataque, insistiendo en una idea que ya había dejado caer durante la gira en una entrevista con The Athletic, donde daba a entender que el cambio táctico de la temporada anterior, en la que Xavi introdujo un centrocampista más, no les beneficiaba. En Polonia también fue duro con el seleccionador, Fernando Santos, finalmente destituido. Y hace unos días también se lamentó después del partido de Champions contra el Shakhtar en Hamburgo y pidió mejoras. Sus declaraciones no se correspondían con su juego, pero lo que no ha perdido Lewandowski es su instinto ganador y su profesionalidad. En lugar de no darse por enterado de lo que estaba pasando en el Barça-Alavés, resolvió el partido y dijo aquí estoy yo. Es el jugador más resolutivo de LaLiga. Más allá de las sensaciones, es lo que dicen los números.

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