El cuarto menguante del Espanyol
Después de alcanzar diez jornadas de Liga, el equipo suma nueve puntos y es el quinto peor de los últimos 20 años. Los blanquiazules, ante otra prueba de fuego este domingo.
Después de diez jornadas disputadas, el Espanyol culmina el primer cuarto del campeonato con dudas. Nueve puntos sumados, apenas dos victorias (solo una como local) y los miedos sobre el rendimiento de la plantilla y el estilo de juego de Diego Martínez, que también ha ido jornada a jornada dándole una vuelta de tuerca a sus intenciones. La puntuación es la quinta peor de los últimos 20 años, lo que enciende la alarma a la espera de que se aceleren las victorias antes del parón por la disputa del Mundial de Qatar.
La peor temporada fue la 2003-04, cuando el equipo perico llegaba a estas alturas con apenas cinco puntos. Curiosamente, y después de perder ese encuentro ante el Zaragoza en la décima jornada, Javier Clemente fue destituido. El segundo peor registro es del curso anterior, el 2002-03. El proyecto fallido de Juande Ramos le erosionó al comienzo del campeonato. Sustituido por Ramon Moya, el equipo mejoró pero llegó Javier Clemente después. En esos primeros diez encuentros solamente se consiguieron siete puntos. En ambas jornadas el equipo perico necesitó una segunda vuelta notable para salvarse.
En la campaña 2005-06 y en la 2019-20 se consiguieron ocho puntos. Si Miguel Ángel Lotina aguantó la mala racha con apuros, luego le salvó la conquista de la Copa del Rey en Madrid pero flirteó con el descenso hasta el minuto 93 de la última jornada del campeonato, cuando el tanto ya histórico de Ferran Corominas salvó al Espanyol del descenso. No se libraron los blanquiazules, ni tampoco David Gallego, despedido, de ese mal comienzo de hace tres campañas. La trayectoria del equipo fue similar en cuanto a puntos. Empatado con el curso actual queda el comienzo de la 2012-13, cuando Mauricio Pochettino fue también despedido. El Espanyol llegó con esos nueve puntos igual a este tramo.
El Espanyol en busca de sentido
Copiando el título del libro de Viktor Frankl, el Espanyol continúa en busca de sentido en estos primeros encuentros después de cambiar de modelo y sistema en numerosas ocasiones. En las últimos encuentros a domicilio, como el de Cádiz y Osasuna, el equipo perico se ha asemejado más al del curso pasado con Vicente Moreno que al que proponía Diego Martínez a principio de curso. Ya sea por la falta de recursos de la plantilla y por los errores que han penalizado el crecimiento del Espanyol, los blanquiazules han entrado en el encuentro priorizando el 0-0, aparcando esa presión en campo rival que se vio en Vigo o ante Rayo Vallecano en las primeras dos jornadas.
En estas primeras diez jornadas, además, el conjunto blanquiazul se ha visto perjudicado por los errores de sus porteros (corregidos en las dos últimas semanas) y por la falta de puntería en ataque (es el equipo con más postes), mientras que Diego Martínez apenas ha movido la alineación y ha tenido que situar a jugadores fuera de sus habituales demarcaciones, como Fernando Calero (lateral) o Edu Expósito (extremo izquierdo). El equipo no ha obtenido el crecimiento esperado en lo futbolístico, pero sí mantiene ese espíritu que le hace estar vivo en todos los encuentros. No obstante, el primer cuarto es menguante, a la espera de que la temporada no sea un quebradero de cabeza o no haya un cambio en el banquillo como las otras anteriores cuando se empezó con tan pocos puntos.