El Coliseum, en busca de repetir la historia
El Getafe rompió la racha de más de una década contra Simeone en el último encuentro en el feudo azulón.


Hubo un tiempo, una larga travesía por el desierto que duró más de una década, en el que recibir al Atlético de Madrid en el Coliseum era sinónimo de ejercer una resistencia casi siempre fútil. El “cholismo” parecía tener la medida exacta de un Getafe que competía, pero nunca ganaba. Sin embargo, el fútbol tiene memoria corta y el miedo cambia de bando cuando se rompen las cadenas. Este domingo, el Getafe vuelve a verse las caras con su bestia negra histórica, pero lo hace con una diferencia fundamental respecto al pasado: ahora ya saben que el gigante sangra. Y saben cómo herirlo.
El vestuario azulón ha marcado en rojo este domingo en el calendario. No es un derbi más; es la oportunidad de confirmar que lo sucedido la temporada pasada no fue un accidente, sino un cambio de ciclo. José Bordalás, el arquitecto de la fe getafense, ha trabajado durante la semana no solo la táctica, sino la psicología: el “nunca se rinden” ya tiene un precedente de oro al que agarrarse.
La tarde que todo cambió
Para entender la confianza que respira hoy la grada del Coliseum, hay que rebobinar hasta el enfrentamiento del curso pasado. Aquella tarde del 9 de marzo, los fantasmas de 13 años sin ganar a Simeone sobrevolaron el estadio cuando Alexander Sorloth adelantó a los rojiblancos desde el punto de penalti. Parecía el guion de siempre: oficio colchonero y frustración local.
Pero el destino guardaba un giro dramático. La expulsión de Ángel Correa abrió una grieta en la armadura del Atlético, y el Getafe, lejos de precipitarse, cocinó la locura a fuego lento. Fue entonces cuando emergió la figura de Mauro Arambarri. El uruguayo se disfrazó de héroe en el tiempo de descuento, firmando dos goles agónicos que dieron la vuelta al marcador y desataron la euforia en el sur de Madrid. Aquel día no solo se ganaron tres puntos; se derribó un muro psicológico que había separado a Bordalás de la victoria ante Simeone durante demasiados años.
La fórmula de la repetición
“Si se hizo una vez, se puede hacer dos”. Ese es el mantra que resuena en el sur de Madrid. El cuerpo técnico sabe que el Atlético de Madrid llegará al Coliseum con ánimo de revancha y con la lección aprendida para no dejar escapar puntos en los minutos finales. Sin embargo, el Getafe cuenta con la ventaja de la experiencia reciente.
La plantilla trabaja intensamente para replicar la intensidad y la fe de aquella remontada. La clave, según deslizan desde el entorno del equipo, pasará por mantener el partido vivo hasta el final y convertir el Coliseum en una olla a presión que incomode el juego de los de Simeone.
Noticias relacionadas
Arambarri, el verdugo de aquella noche mágica, volverá a ser una pieza clave en el esquema de un equipo que ha recuperado la sonrisa y la identidad. El domingo, cuando el balón ruede, el Getafe no saltará al césped como la víctima propiciatoria de antaño, sino como el equipo que miró a los ojos al Atleti, le remontó en el descuento y le demostró que, en el Coliseum, la historia la escriben los que nunca dejan de creer.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí





Rellene su nombre y apellidos para comentar