El clavo ardiendo al que agarrarse: tres partidos para soñar
El Real Valladolid tiene opciones pese a haber perdido 20 encuentros ya que ha de enfrentarse todavía a dos rivales directos y a un Barcelona campeón y de vacaciones.
Frente a los datos y las sensaciones, la certeza de las matemáticas. El Real Valladolid aún se puede salvar porque quedan tres partidos y dos de ellos son ante rivales directos y el tercero frente a un Barcelona campeón y de vacaciones. Es evidente que los números y lo que transmite el conjunto blanquivioleta ahora no lleva al optimismo. Y es que el conjunto blanquivioleta ha perdido esta temporada 20 partidos, más de la mitad, ha anotado 30 goles y ha encajado 62. Son datos tan dramáticos, como objetivos. Sin trampa, ni cartón. Sin árbitros, ni VAR que lo manipulen.
Las sensaciones no son mucho mejores. Ni antes con Pacheta, ni ahora con Pezzolano el equipo inspira un mínimo de confianza para pensar en sumar seis puntos de nueve, después de haber logrado cero de 15. Con una defensa falta de contundencia, un centro del campo que ni manda, ni destruye y una delantera a la que apenas llegan balones en condiciones, el foco empieza a estar en la dirección deportiva y la presidencia. Los últimos partidos dejan un mensaje claro: no hay más tela que la que arde.
Y, pese a todo, el Real Valladolid que ni juega, ni marca, ni defiende, ni muestra carácter depende de sí mismo. Derrotar a Almería y Getafe no es una misión imposible sólo al alcance de Tom Cruise. De hecho, los pucelanos ya ganaron a andaluces y madrileños en la primera vuelta... ¿por qué no se va a poder hacer en la segunda? Es la luz al final del túnel al que debe agarrarse el conjunto de Pezzolano, es el clavo ardiendo en el que el equipo debe pensar, sin descartar sorprender a un Barcelona que llegará con todos los deberes hechos. El objetivo ha pasado de ganar dos partidos de siete a dos de tres, pero es realista. El Pucela tiene que llegar vivo al último partido de liga ante el Getafe...