El ‘chófer’ de Villar que une el Barçagate con el caso ‘Soule’
Contreras Arjona, ya fallecido, aparece señalado en la investigación por recibir pagos del Barça. Fue directivo de la FCF y estuvo imputado en el caso ‘Soule’, como Villar.
“Me tengo que ir al aeropuerto a buscar a Ángel”, decía Josep Contreras Arjona en las distintas reuniones a las que asistía en la Federació Catalana de Futbol (FCF) desde antes del año 2000. Ese Ángel era Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) desde 1988 a 2017, quien mantenía una estrecha relación con el ex miembro de la comisión deportiva del Barça, fallecido el pasado diciembre, y que también sale salpicado del caso Negreira o Barçagate: su empresa Tresep 2014 SL, creada ese mismo año, le facturó al Barcelona más de 700.000 euros y el ex vicepresidente de los árbitros, en la información que recogió El Confidencial, chantajeó al club azulgrana con hacer público estos movimientos si le dejaban de pagar a él.
Contreras Arjona entró en la comisión deportiva en la etapa de Josep Lluís Núñez en el Barça y estuvo muy ligado al segundo equipo y a La Masia. Continuó bajo la presidencia de Joan Gaspart y posteriormente en la etapa de Josep Maria Bartomeu, justo después de ser directivo de la Federació Catalana de Futbol en el equipo de Andreu Subies, de 2012 a 2014. Natural de Gavà, donde incluso fue presidente del club de fútbol (1972 a 1979), se dedicó durante toda su vida a los negocios inmobiliarios y acabó imputado por el caso ‘Soule’, una investigación donde fue imputado Villar (después exonerado) y la FCF por “presuntos delitos de administración desleal, apropiación indebida y/o estafa, malversación de caudales públicos, falsedad documental, corrupción entre particulares y delito fiscal”.
A la espera del comienzo del juicio, el día 28 tendrán que declarar varios miembros federativos, las investigaciones de la Guardia Civil eran sólidas y describían la manera de operar en la FCF. Según estas, tres empresas vinculadas a Contreras (Tastavins SL, Radamanto SL y Trejan 2015 SL) recibieron pagos de 9.936.144,87 de parte de la Federació Catalana de Futbol para realizar 11 obras entre 2012 y 2018. Un hecho que rompe la normativa de que los directivos de federaciones no pueden facturar a través de sus empresas. De esas obras, que se efectuaron principalmente en las distintas sedes repartidas por Cataluña, se constató que siete comenzaron cuando Josep Contreras formaba parte de la junta y facturó 7.559.776 euros.
En el domicilio de Contreras se encontraron documentos, según lo publicado cuando explotó el comienzo de la investigación en 2018, bajo el título ‘Cuadro resumen de obras’ en el que se leía que la reforma de tres sedes ascendía a 1.415.042,58 euros pero el coste para su empresa (Tastavins) sería de 600.269,51 euros. También se investiga que como contraprestación la empresa costeó reformas en las viviendas particulares y los negocios de restauración del expresidente Andreu Subies en la localidad tarraconense de Cambrils.
Todo eso explotó en 2018 cómo consecuencia de la investigación en la sede de la RFEF y la detención del ex presidente Ángel María Villar, amigo personal de Subies y quien en 2016, cuando fue reelegido el propio Subies estuvo acompañándole en la presentación de la nueva junta directiva. Su mejor amigo y chófer en Barcelona, el ya fallecido Contreras Arjona, volvía a estar ya en el FC Barcelona por entonces. Y ahora su nombre es otro foco del Barçagate.