El césped 3.0 del Bernabéu
El estadio del Real Madrid estrena su tercer verde diferente de la temporada. Las obras y el parón del Mundial impidieron la conservación óptima del anterior.
El Santiago Bernabéu viene sufriendo esta temporada de un problema extraño para un estadio de ese nivel: su césped no alcanza el gran estado de otras temporadas, en las que era una alfombra. Las obras de modificación del coliseo blanco sin duda no benefician al buen estado de la hierba, que tiene que soportar estar cubierta más de lo debido y también cantidades de polvo y de restos de obra que no benefician su conservación.
Históricamente, el Madrid venía trabajando con un césped que procedía de Arévalo (Ávila), pero este curso arrancó con un cambio: el verde tenía su origen en Cáceres, en el Parque Nacional de Monfragüe. Sin embargo, las altas temperaturas de la última ola de calor del verano afectaron al césped, que tuvo que ser cambiado tras dos partidos.
El segundo césped de la temporada recuperó su origen abulense y aguantó mejor el otoño, pero el parón por el Mundial de Qatar no le vino bien: fue cubierto para protegerlo de los restos que genera la obra, lo cual no benefició a su conservación. La racha de tres partidos en casa en apenas ocho días (Atleti, Real Sociedad y Valencia) mostró de nuevo las carencias del verde, que ha vuelto a ser cambiado. En el club confían en que, ahora sí, aguante hasta el final de la temporada.