El Celta no se saca de encima la hipoteca de Balaídos
El conjunto vigués tiene números de descenso en casa: solo ha rascado 5 puntos en siete partidos. Oviedo y Levante, los únicos que han sumado menos.
Hasta el pasado mes de mayo Balaídos era un fortín. El Celta sacó billete para la Europa League gracias a haber sumado 39 puntos como local en la primera campaña completa de Claudio Giráldez en el banquillo del coliseo olívico. Jugar en casa era un plazo fijo de lo más rentable que cada dos semanas aportaba beneficios. Un filón que ha mutado en una pesada hipoteca.
El conjunto céltico, decimotercer clasificado en la Liga, presenta esta temporada números de descenso en su estadio. En siete partidos ha rascado 5 puntos, todos merced a empates 1-1. Únicamente dos equipos han sumado menos delante de su afición. Ambos son recién ascendidos y también tienen en común que podrían mejorar el registro del Celta porque aún no han disputado tantos partidos en casa como los gallegos. El Levante ha obtenido 1 punto en 5 encuentros en el Ciutat de Valencia y el Oviedo, 4 en seis duelos en el Carlos Tartiere.
El pobre balance de los pupilos Giráldez se explica, entre otros motivos, por el calendario. Ya han recibido a cuatro de los cinco primeros clasificados de la Liga. Villarreal, Atlético de Madrid y Betis firmaron tablas, mientras que el Barcelona se llevó ayer la victoria. El próximo rival que pasará por Vigo es otro hueso duro de roer: el Espanyol, sexto clasificado en la tabla, visitante que el pasado mes de abril venció (0-2) en Balaídos.
El Getafe, que ganó (0-2) en la apertura de la temporada, y el Girona y la Real Sociedad, que cosecharon sendos empates, también han aprovechado la fragilidad del Celta como local. Los datos apuntan a que el principal problema se localiza a nivel defensivo. Los celestes han encajado 11 tantos, cifra que solo empeoran el Levante con 14 y el Girona con 13.
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Una teoría que no tiene que ver propiamente con el juego sostiene que el derribo de la grada de Gol a finales del pasado mes de febrero está pasando factura a un equipo que se crecía ante los suyos. Sin embargo, ese relato queda en entredicho por la trayectoria hasta el momento en la Europa League. Dos partidos en Balaídos, frente al PAOK y al Niza, y dos triunfos locales.
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