El cambio de sistema resultó inoperante
Sergio cambió su esquema de juego ante el Valencia, poblando la medular y el resultado fue nefasto. El Cádiz suma 16 partidos sin ganar y sigue en descenso.
El Cádiz sigue agrandando su agonía. Una nueva derrota, esta vez muy dolorosa ante el Valencia, dejó en evidencia las carencias de un equipo que va dilapidando sus opciones a medida que van pasando las jornadas. Nada funciona en el equipo de Sergio y las oportunidades de los amarillos se van agotando. Ante el Valencia, quizá a la desesperada tras 15 jornadas sin ganar, Sergio introdujo un cambio de esquema para reforzar el medio del campo, una línea que sufre mucho en el Cádiz. Pero ni por esas.
El técnico catalán es fiel al 4-4-2. Nunca ha escondido que es el esquema con el que se nota más cómodo. Desde su llegada al Cádiz, esta disposición le dio más alegrías que decepciones. Los amarillos son un equipo que históricamente basan su fútbol en una buena defensa y que no sufren sin balón. En cuanto roban salen al ataque con rápidos extremos. Pero eso ha cambiado esta temporada y no hay partido en el que el centro del campo no se sienta sobrepasado.
La afición pedía un cambio y este llegó ante el Valencia situando un trivote, con Fede, Kouamé y Alcaraz. Tres jugadores que a priori deberían haber actuado de stopper ante las acometidas de los che. Sin embargo, el esquema comenzó a caer como un castillo de naipes nada más comenzar el encuentro. En el primer gol, Javi Guerra pasó sin oposición por una línea que no pudo defenderle. Por si fuera poco, Fede cayó lesionado al poco de comenzar, aunque Sergio decidió seguir con su planteamiento con la entrada de Escalante.
El 4-5-1 no benefició a nadie. Alcaraz quizá fue el único jugador que entendió a la perfección su cometido y se sintió con valentía para irse al ataque, teniendo a dos mediocentros por detrás. Además de marcar el único tanto amarillo, el 4 cadista tuvo tres ocasiones más, fue el jugador con más goles esperados (incluyendo a los futbolistas del Valencia), con 0,88 y el que más pases completó en el último tercio del campo (8).
En el otro extremo están Kouamé y Escalante. El de Mali no tuvo apenas presencia sobre el campo. Actuó más como ayuda para los centrales que como mediocampista y en muchas ocasiones su presencia estorbó al no encontrar su verdadero rol. Acabó siendo sustituido por Sergi Guardiola, tras el tanto de Diego López que ponía el 1-2 en el marcador y de esta manera, ‘muriendo’ el 4-5-1. En el caso del argentino, el Cádiz necesita su mejor versión, pero de momento no es el del año pasado. No tiene la misma presencia cerca del área y le cuesta trenzar. En su caso, fueron flagrantes las 15 pérdidas de balón y la poca conexión con los jugadores de banda. Habrá que ver que determinación toma Sergio de cara al partido del viernes contra el Alavés. Un encuentro en el que el técnico catalán se juega su futuro.
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