El calvario de Gragera
El mediocentro de 24 años no juega, por una lesión en el pie izquierdo, desde el 19 de octubre. Su trabajo incansable no acaba de dar los frutos esperados. Todavía estaría un mes más de baja.


Los parones de Liga son utilizados por muchos equipos de Primera para intentar aligerar sus enfermerías. El Espanyol es, sin duda, uno de ellos, aunque hay un ‘paciente’ que no acaba de ver la luz al final del túnel: José Gragera. Y está siendo duro. El centrocampista de 24 años está sufriendo un calvario con una lesión, en el pie izquierdo, que no le deja reaparecer. Su trabajo es diario, innegociable e incansable, y las ganas por volver a estar bajo las órdenes de Manolo González son altísimas, pero el dolor no desaparece del todo y lo peor es que su vuelta a los terrenos de juego no se intuye inminente. Aún podría estar un mes más de baja.
Hace tiempo que se espera a Gragera, pero es un quiero y no puedo. La última vez que se le vio sobre un tereno de juego con la camiseta del Espanyol fue en la jornada 10 de Liga, el 19 de octubre de 2024 en San Mamés ante al Athletic (4-1). A partir de ahí, la nada. Fue titular, como en seis de las nueve primeras jornadas de Liga, pero tuvo que retirarse del terreno de juego al descanso. Su cuerpo ahí dijo basta y es que llevaba tiempo, meses, jugando infiltrado. Al principio intentó recuperarse con un tratamiento conservador, pero a finales de noviembre decidió pasar por el quirófano y el tiempo estimado de baja eran tres meses.
Su lesión, en el primer dedo del pie izquierdo conocida como ‘Hallux rigidus’, que consiste en la limitación del movimiento (rigidez) y en el desarrollo de artrosis de la articulación metatarsofalángica (pérdida del cartílago entre el primer metatarsiano y la falange del dedo gordo). El postoperatorio fue una tortura y aún, cuatro meses después, no puede ejercitarse con normalidad.
Su ilusión por volver a jugar es máxima, pero ahora se trabaja con la máxima cautela. Acompañado siempre por un miembro del cuerpo médico del Espanyol y un fisioterapeuta no escatima horas de gimnasio y sobre el césped. Se trata de una lesión complicada, que además podría tener su origen en la temporada pasada, en Segunda, cuando el 11 de mayo de 2024, durante el partido contra el Valladolid (0-0) sufrió un esguince de grado II en el tobillo derecho. Ello ya le impidió acabar la Liga regular, pero forzó para disputar el playoff de ascenso y el inicio de la presente Liga.
Noticias relacionadas
En el Espanyol se espera con los brazos abiertos a Gragera porque, tanto en la plantilla perica como en el cuerpo técnico y la afición, se le considera un futbolista que puede dar muchas alegrías. Y las dará porque tiene contrato hasta 2028. Al Espanyol le quedan todavía 11 partidos de Liga y se espera que el mediocentro pueda participar a finales de abril. Sería una gran noticia.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí






Rellene su nombre y apellidos para comentar