El Cádiz se enfrenta a multas de LaLiga y de Trabajo
Los cadistas insultaron a Pacha Espino en su regreso y ahora el club será sancionado. También tendrán que pagar 30.001 euros por impedir el acceso a dos inspectoras de trabajo
El Cádiz se enfrenta ahora a dos sanciones. Por un lado tendrán que hacer frente a la multa de LaLiga por los insultos que los cadistas dedicaron a Pacha Espino en su regreso al estadio Nuevo Mirandilla como jugador del Rayo Vallecano. Pero es que también tendrán que abonar 30.001 euros a Trabajo por no dejar acceder a las instalaciones deportivas a dos inspectoras porque “no se puede desconcentrar a los jugadores durante el entrenamiento”.
El escrito de LaLiga refleja que en el Cádiz-Rayo Vallecano cinco veces unos 400 seguidores locales insultaron al portero visitante y al jugador uruguayo del equipo madrileño Pacha Espino. LaLiga remite cada semana un escrito de denuncia al Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y a la Comisión Antiviolencia con aquellos cánticos que se producen en los encuentros que inciten a la violencia o tengan un contenido insultante o intolerante. Estos cánticos aparecen recogidos como comportamientos prohibidos y, por tanto sancionables, tanto en el Código de Disciplina Deportiva de la RFEF como en la legislación contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.
“Se nota que no sois del Cádiz”
La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional ha multado con 30.001 euros al Cádiz por impedir el acceso a sus instalaciones a dos inspectoras de trabajo, con el argumento de que no podían interrumpir los entrenamientos ni romper la concentración de los jugadores del equipo. Los magistrados confirman la falta muy grave, pese a lo cual se ha decretado un descenso en la sanción económica, que inicialmente era de 72.000 euros, ya que considera que se debió a “un exceso de celo” y “no se ha apreciado ánimo defraudatorio alguno en la conducta, ni de ocultar eventuales lesiones que se estuviesen produciendo a los afectados con relación a sus derechos laborales o de seguridad social”.
Los hechos tuvieron lugar el 2 de marzo del 2022, cuando se quiso llevar a cabo una visita de inspección a la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz para examinar los contratos del equipo técnico. Allí el vigilante de seguridad indicó a las dos funcionarias que no podían acceder al recinto sin autorización, pese a que la ley así se lo permite. Tras elevar la consulta por teléfono al responsable de Seguridad, este ordenó que no las dejase pasar “porque los entrenamientos de los jugadores de fútbol no se pueden detener”.
A continuación, según el fallo, acudió hasta la entrada el responsable de mantenimiento del recinto deportivo, quien, elevando el tono, increpó a las inspectoras “que no se podía pasar, que no se puede romper la concentración de los jugadores y no se puede parar un entrenamiento”. Pese a ello las dos inspectoras insistieron en entrar y fueron respondidas por el propio responsable de mantenimiento en los siguientes términos: “que queréis que pierdan el partido del domingo”, “¿De que equipo sois? Se nota que no sois del Cádiz”.
La sentencia explica asimismo que además se acercó a las instalaciones un miembro de la Dirección Deportiva, quien les ratificó que no se podía pasar porque los entrenamientos no se podían interrumpir, si bien les ofreció la posibilidad de estar en una zona alejada del césped y que el equipo técnico fuera saliendo de uno en uno para responder a unas breves preguntas. Ante eso se mantuvo la negativa de las inspectoras.