El Cádiz miraría a Europa sin el añadido
Los amarillos siguen inmersos en la lucha por el descenso tras perder nueve puntos desde el minuto 80. El dato se agrava en el tiempo de añadido.
La temporada del Cádiz sería muy diferente de durar los partidos sólo ochenta minutos y no existiera el añadido. Tan distinta que los de Sergio González sumarían 37 puntos (nueve más), estarían séptimos atendiendo a la clasificación actual y lucharían por Europa y no por eludir el descenso. Sin embargo, la realidad es la que es, y los amarillos han mostrado su peor cara en los minutos finales de cinco partidos trascendentales. La famosa Zona Cesarini se le atraganta.
Las dos últimas jornadas (25 y 26) se transformaron en pesadilla tras noventa minutos de alegría. Ante Getafe y Almería, rivales directos por la permanencia, los cadistas se vieron privados de la victoria en el tiempo de añadido y, contra los azulones, incluso con este cumplido. El almeriense Melero volvió a meter al Cádiz en la quema con un penalti transformado en el 96′ en la pasada jornada. Y una fecha antes, Enes Ünal, máximo artillero del Getafe, puso el empate con otra pena máxima por una dudosa mano de ‘Pacha’ Espino en el minuto 106.
Al equipo del Nuevo Mirandilla además se le escaparon tres valiosos puntos contra Elche y Sevilla, también inmersos en la pelea por no descender, en la jornada 17 y 18. Primero, el equipo ilicitano, por mediación de Ponce y del “error más grave del VAR en España”, se llevó un punto de Cádiz dejando a los de Sergio sin una victoria en el 81′. La jornada siguiente, Rakitic impedía llevarse un punto al Cádiz del Sánchez Pizjuán lanzando con acierto un penalti en el minuto 89.
Sin embargo, la nula capacidad de cerrar los partidos también afectó a los cadistas a inicios de la temporada. Más concretamente, en la jornada 9, el equipo no se llevó una victoria de Montilivi por el penalti anotado por Stuani en el 101′.
Un Cádiz ultracompetitivo
Igualmente, este dato deja un poso positivo en el Cádiz. Los de Sergio González son un equipo capaz de ganar a su rival en el 90% de los minutos ya sea con los teóricos titulares o plagados de bajas, como en el duelo ante Almería. Algo impensable a principios de temporada y que hace soñar a los cadistas con su cuarta temporada consecutiva en Primera.