El blindaje del Espanyol: opción para detener la sangría
El técnico del Espanyol medita un cambio de sistema ante los diez goles recibidos en cinco jornadas. Podría añadir un tercer central o reforzar el mediocampo.
Las sensaciones del Espanyol son notables, no así los puntos. Tampoco hay reproches al ataque perico, pero sí a los “regalos” en defensa que han costado diez goles en cinco jornadas, puntos que vuelan especialmente del RCDE Stadium. Lo comentó Diego Martínez después del encuentro ante el Sevilla y el propio Sergi Darder el jueves en sala de prensa. “Hay que volver a dejar la portería a cero”. La consigna de la semana en la Ciudad Deportiva de Sant Adrià.
Para ello no solo basta con la voluntad y la concentración. El técnico gallego medita cambios en el esquema para el encuentro ante la Real Sociedad. Uno de ellos es jugar con una línea de tres centrales y dos carrileros, algo que ya utilizó de manera esporádica ante el Athletic Club con buen resultado (0-1). En este supuesto, las bandas las ocuparían tanto Óscar Gil como Brian Oliván, mientras que la zona central estaría cubierta por Sergi Gómez, Fernando Calero y Leandro Cabrera.
El central uruguayo, que se ha quedado fuera de la lista de Uruguay y tiene complicado acudir al Mundial de Qatar, ha empezado el curso con errores que han costado goles pero tiene la confianza del entrenador y de sus compañeros, por lo que continuará en la alineación. El Espanyol espera recuperar al mejor Cabrera y la fórmula de los tres centrales podría reforzar a un equipo que necesita ganar más seguridad. La presencia de Calero también ayudaría, por momentos, a colocar un jugador más en mediocampo si el encuentro lo requiere, como ya ocurrió en Balaídos en la jornada inicial cuando fue mediocentro.
Esa opción, la de mantener la defensa de cuatro hombres y situar un doble pivote por delante, es también firme. Calero o Keidi Bare jugarían junto a Vinicius Souza con Sergi Darder liberado y Edu Expósito, que ha sido uno de los primeros sustituidos en los últimos encuentros, en el banquillo. De esta manera el Espanyol podría ganar equilibrio en mediocampo y seguir manteniendo el esquema que ha ido utilizando y que tan buenos resultados le ha dado en la presión en campo rival.
Aunque Diego Martínez es fiel al sistema de cuatro defensas, cinco jugadores en la siguiente línea y una referencia, es flexible como ha reconocido a la hora de buscar soluciones, teniendo en cuenta también que la plantilla no está completa y que faltan piezas, como él mismo ha reconocido. Jugar con carrileros sería una solución ante la falta de extremos que marquen diferencias, pues de momento Javi Puado o Nico Melamed no han podido dar ese paso adelante esperado. Es pronto, pero el técnico puede empezar en Anoeta una pequeña revolución para otorgarle al equipo mayor seguridad.