El Betis tumba su crisis
El triunfo ante el Athletic deja atrás una racha de 4 puntos de 18 posibles. Pellegrini encuentra respuestas en su pequeña revolución.
Los puntos cambian la vida del Betis en esta Liga. Los consiguió al fin en el nuevo San Mamés y Manuel Pellegrini esboza un amago de sonrisa. Tiene a tiro su tercera clasificación consecutiva para Europa y toma un respiro tras una endiablada crisis motivada por haber sumado cuatro puntos de 18 posibles. Su candidatura continental toma peso y se sostiene en la figura de su técnico: Hubo una pequeña revolución en Bilbao y eso inspiró a un plantel que siempre respondió a nivel competitivo a lo largo de estas campañas.
No tenía el Betis el contexto más propicio encima de la mesa. Sin centrales, Pellegrini improvisó con Paul y se encendió una luz. Quitó a Rui Silva y optó por Bravo tras meses sin hacerlo. También hubo luz. Y repitió con Willian José en ataque cuando el brasileño apenas había contado con minutos en los meses anteriores. Su gol responde a la apuesta de Pellegrini. Y la razón es para el técnico, que insistió siempre en que su plantilla debía estar preparada de forma global para ser diferencial. Ante el Athletic su pequeña revolución bien valió medio pasaporte a Europa.
Hubo más alegrías para el conjunto verdiblanco. La vuelta de Sabaly confirma que el senegalés es el único dueño real de ese carril diestro. Frenó a los Williams hasta obligar a Valverde a cambiar a Nico. En su otra decisión de peso, mantuvo a Guido en el pivote para no retrasarlo a la zaga y el papel del argentino en el sostén resultó decisivo por su acierto y sus recuperaciones. La apuesta improvisada terminó con otra vía que quizás tenga algún hilo de continuidad en un futuro incierto: Abner entró por el lesionado Guardado y tuvo que actuar como medio centro mientras el Athletic presionaba y trataba de multiplicar sus golpes. El brasileño cumplió con creces y no se arrugó en ese escenario de dificultades. Sonríe Pellegrini. Sonríe el Betis. Europa parece estar un poco más cerca de Heliópolis.