El Bernabéu se blinda: otra obra, vigías y “20 conciertos al año”
Club y autoridades han acordado un límite: 20 “grandes eventos” al año. En marcha una obra para reducir ruidos: vidrios, lonas y refuerzo de puertas.
El Real Madrid va a solucionar el problema de ruidos en el Bernabéu, pero supondrá una nueva obra. Y no especialmente pequeña. Tal y como ha adelantado Gran Madrid, los conciertos de Taylor Swift encendieron las alarmas y, sin pretenderlo, pusieron en pie de guerra al vecindario: el volumen era atronador y estaba provocando un auténtico cisma. Haciendo dura la convivencia. Rápidamente se pusieron en contacto Comunidad (responsable de autorizar los eventos), Ayuntamiento (de que se cumpla la normativa) y club, sopesando soluciones. El problema era evidente, innegable y preocupante. Había que hacer algo. Y ya se ha puesto en marcha.
Lo primero es tranquilizar a los afectados. Y de eso se ha encargado Almeida, alcalde de la ciudad, que ha mandado un mensaje a través de Telemadrid: “No se van a permitir eventos sin límites en el Bernabéu. Serán, como mucho, 20 grandes conciertos a lo largo del año. Ya se ha mandado un mensaje a los vecinos, comunicando esta decisión. Los técnicos, además, han confirmado que se podrán reducir los decibelios y cumplir con los límites establecidos”. ¿Y cómo se va a hacer eso? Aquí entra la segunda fase.
En manos de dos gigantes
El Real Madrid en marcha una nueva obra para blindar el estadio. En lo que ha sido también una exclusiva de GM, el club se ha puesto en manos de dos gigantes: Arup y Vanguardia, empresa responsable de enormes construcciones como la Sphera de Las Vegas. Tras un análisis minucioso, se ha detectado que el estadio tiene dos puntos débiles, en cuanto a ruidos: el skywalk (la pasarela abierta entre la cubierta y las gradas) y los vomitorios de los fondos. Blindar esos dos puntos supone erradicar gran parte del problema. No será fácil, pero se hará.
Una ‘lona’ extensible
La solución al skywalk pasa, primero, por la implantación de unas lonas acústicas de politetrafluoroetileno que, gracias a su composición, ejercen de un enorme fonoabsorbente y estarán bajo la visera de la cubierta. Pero además, se construirán en la cubierta unos cierres ligeros (para que se entienda, una especie de lonas extensibles) que, cuando haya conciertos, se desplegarán de la cubierta hacia abajo, llegando hasta el suelo del skywalk y ejerciendo de barrera sonora. El estadio dará más sensación de cerrado, pues tapará las ‘vistas’ al exterior que había en el anillo sobre el cuarto anfiteatro, pero es el precio a pagar.
Vidrio, puertas aislantes...
No queda ahí. En los fondos ya había instaladas unas pantallas acústicas, pero no llegaban hasta la cubierta. Entre ellas y el techo existía un espacio al aire libre por el que también se esfumaban gran parte de los decibelios. Así que se cerrará. El proyecto contempla instalar unos vidrios termo-endurecidos que sellarán por completo esa zona, frenando también la emisión de ruidos. La otra gran medida apunta a las puertas de los vomitorios de los anfiteatros primero, segundo y cuatro. Entre las butacas y las escaleras, ahora, los aficionados se encontrarán dos líneas de puertas automáticas y blindadas, aislantes también del interior.
Y habrá ‘vigilantes’
Eso, en lo que a obras se refiere. Pero queda una última fase: la normativa, que será más estricta. El club pactará unos límites de ruidos –que gracias a esta remodelación serán altos y seguirán permitiendo un enorme espectáculo, pero quedarán por escrito– y los artistas que quieran actuar en el estadio, deberán respetarlos. Quedará pactado. Y no habrá votos de confianza: el propio Real Madrid pondrá ‘vigilantes’ para revisar que se estén cumpliendo esos límites, teniendo autoridad para intervenir en caso de que no se haga. Eso también quedará firmado en cada espectáculo. Con todo esto, más pequeños detalles como jugar con la altura de los altavoces (contemplando ponerlos más abajo, de forma que se alejen del skywalk), se prevé erradicar el problema de ruidos.
Seis meses de obra
El sentir dentro del club es de enorme optimismo, tras varias semanas trabajando a destajo para hallar una solución. No se transmiten plazos con firmeza, pero sí estimaciones: unos seis meses para construir todo. La noticia ya ha llegado a los vecinos, donde el runrún continúa, pese a todo: señalan que nadie les ha consultado posibles medidas y que 20 conciertos al año siguen siendo demasiados. El consenso no es total. Pero el plan ya está en marcha: el Bernabéu trabaja en un blindaje para reducir un problema de decibelios que era innegable. Construirá un blindaje sonoro. Dentro de seis meses, resultados.