Real Madrid 4 - Valencia 0

El Bernabéu perdona a Vinicius

Ovación mayoritaria en las alineaciones y al ser sustituido. Más división en la calle: “Un banquillo no le habría venido mal”. La megafonía dejó poco margen al juicio social

El Bernabéu perdona a Vinicius
JAVIER GANDUL
Sergio López
Sergio López de Vicente (Vallecas, Madrid, 1996) es periodista en la sección del Real Madrid de AS. Graduado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos, empezó su carrera en la radio, como presentador del programa Ventana Deportiva (107.0 FM) y, desde 2018, trabaja en AS. Además de redactor, es enviado especial y comentarista.
Santiago Bernabéu. Actualizado a

No hubo pitada a Vinicius. Todo lo contrario: al sonar su nombre en las alineaciones y al ser sustituido, ovación. Esa fue la temperatura que marcó el termómetro del Bernabéu, seis días después del Clásico. De aquella escena que dio la vuelta al mundo: enfado monumental al ser cambiado, desplante a Xabi Alonso y directo a vestuarios. Una imagen que no gustó en el club; que no gustó a nadie. Y por la que, tres días después, pidió perdón. Faltaba por ver el calado de la disculpa. Y a juzgar por la reacción, hay indulto.

La calle respiraba cierta división. “Un banquillo esta noche no le habría venido mal; lo que hizo fue una falta de respeto al escudo”, se decía al micrófono de AS. “El problema es que ha dicho tantas veces que va a cambiar y no lo ha hecho, que ya no le creo”, reconocía otro aficionado. Pero los había también que lo apoyaban. Y muchos. “No es perfecto, pero es nuestro Vini”, se transmitía. “Todos podemos cometer errores y lo importante es saber disculparse después”, decía otro aficionado. Cal y arena. Cierta división.

El Bernabéu perdona a Vinicius
Vinicius, en el calentamiento de antes del partido.JUAN BARBOSA

Todos para el 7

No dentro del estadio. Vinicius saltó a calentar y la reacción ya fue favorable. Aplausos, cariño. Algo que se elevó al cubo en el momento cumbre: cuando sonó su nombre en las alineaciones. Portero, defensas, medios... y llegó el momento de los delanteros. Primero, Mastantuono. Y después, su momento. “Con el 7... ¡Vinicius... (silencio)!”, entonó el speaker. “¡Júnior!”, respondió el Bernabéu. De manera más que mayoritaria. Casi abrumadora.

No fue un estallido; de hecho, el coreo a Mbappé fue aún mayor. Pero hubo apoyo, mucho apoyo. Aunque con anécdota: el speaker apenas dejó margen para la reacción tras la respuesta del público. Entre su nombre y el de Mbappé, casi no hubo espacio. Fue de corrido; diferente a como suele ser. Tal vez para evitar cualquier amago de juicio desfavorable en forma de pitos. Tal vez por casualidad. Pero sucedió. En cualquier caso y a juzgar por el termómetro, da la impresión de que si se hubiese dejado más espacio, habrían mandado los aplausos.

Disculpas de Vinicius

Hoy quiero pedir disculpas a todos los madridistas por mi reacción al ser sustituido en el Clásico. Así como ya lo he hecho en persona durante el entrenamiento de hoy, también quiero pedir disculpas nuevamente a mis compañeros, club y presidente. A veces la pasión me gana por querer siempre vencer y ayudar a mi equipo. Mi carácter competitivo nace del amor que siento por este club y por todo lo que representa. Prometo seguir luchando cada segundo por el bien del Real Madrid, como lo he hecho desde el primer día”, escribió en redes, tres días después del Clásico. Y hace tres días.

Y la palabra de Xabi

El miércoles (el mismo día del comunicado) tuvimos una reunión con todos y Vinicius estuvo impecable. Habló con sinceridad, con el corazón y estuvo muy bien. Para mí, el asunto queda zanjado”, esbozó ayer Xabi Alonso, en rueda de prensa. Para sentenciar su veredicto: “No habrá ninguna represalia”. Efectivamente; no la ha habido. Vinicius ha sido titular contra el Valencia. Con absoluta normalidad. Rutina.

Muy tímidos pitos

Sólo hubo dos momentos en los que la paz se tambaleó ligeramente. Una, cuando desde la Grada Fans se comenzó a corear su nombre. Un movimiento que tardó en secundarse −es habitual con todos los jugadores− pero que, sobre todo, despertó unos ligeros pitos en el estadio. Muy minoritarios. Pero existentes. Fueron algo mayores en el segundo episodio: cuando Vinicius falló el penalti. De nuevo minoritarios, pero más llamativos. Agitados por la decepción del error.

El Bernabéu perdona a Vinicius
Vinicius choca la mano con Xabi Alonso, al ser sustituido.JAVIER GANDUL

El momento del cambio

El juicio final −en el sentido literal, no dramático− llegó en el momento del cambio. Minuto 79 y cartelón al cielo: dorsal 7. Vinicius estaba muy cerca de la banda, así que la reacción fue breve, pero abrumadora: público en pie, aplaudiendo. Mucho más que mayoritaria. Casi unánime. Volvió a haber unos tímidos pitos, pero claramente inferiores en la balanza.

En líneas generales, el termómetro del Bernabéu indica amnistía. Indulto. Sentimiento de que se ha pasado página de lo que sucedió en el Clásico. De su actitud al ser sustituido en el 70′. Vinicius pidió perdón y la grada, de manera mayoritaria, acepta sus disculpas. Así, se dibuja un aparente punto final a su caso. A su terremoto. El Bernabéu ha escuchado a las partes y tomado una decisión: perdona a Vinicius.

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