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El Barça que llega al Clásico: muchos puntos, poco fútbol

Los de Xavi, un acorazado atrás (0,32 goles encajados de coeficiente), llegan al partido contra el Madrid con nueve puntos de diferencia pero poco juego.

Gavi busca por los suelos un balón ante Vivian.
VINCENT WESTREUTERS

Con un perfil de equipo sorprendente para lo que se esperaba de Xavi, el Barça llega al Clásico (domingo, 21:00 horas) de la segunda vuelta de la Liga con nueve puntos de ventaja cuando quedan 39 aún por jugar. Unos números incontestables, pero una fisonomía de juego que nadie esperaba. Es un Barça acorazado, que no ha encajado goles en 19 de las 25 jornadas que se han disputado de la Liga y con un histórico coeficiente de 0,32 que eleva a Ter Stegen como, de momento, portero menos goleado de siempre en la Liga.

El Barça derrocha corazón, sólo hace falta ver cómo Gavi se tira de cabeza a por los balones, o cómo baja a defender después de cada córner a favor. O cómo celebran Ter Stegen o Koundé los goles salvados después de los remates de Muniain y Yuri Berchiche. El alemán está inmenso y, en defensa, Christensen sorprende por su nivel de competitividad, Balde es la “sorpresa” de la temporada según Xavi y Gavi, Busquets y De Jong sostienen el centro del campo en ausencia de Pedri y de acierto en los delanteros, porque Lewandowski ha marcado apenas dos goles desde el 29 de octubre.

Si algo se le puede aplaudir al Barça 2022-23 (al menos en Liga) es su capacidad para competir. Un equipo que durante años se caía en cuanto tenía que ir al cuerpo a cuerpo, ha ganado en todos los grandes campos de la Liga (perdió en el Bernabéu pero lo conquistó en la Copa) y, excepto en Europa, ha apretado los dientes para ganar en el Sánchez Pizjuán, Metropolitano, Reale Arena, Son Moix, Montilivi, Mestalla, Nuevo Mirandilla, La Cerámica, Benito Villamarín, San Mamés…

Pero este Barça también manifiesta dudas. Su manera de ganar en algunos campos, colgado de larguero y gracias a Ter Stegen, es indisimulable. Xavi, que empezó negándolo e insistiendo en que la voluntad del equipo azulgrana era atacar y atacar, ahora dice que hay que valorar “la solvencia defensiva”. Sin Pedri, y pese a que De Jong intenta aportar claridad y fútbol, falta juego. Y la presunta evolución en su juego que se había advertido en la final de la Supercopa de Riad o, por ejemplo, en el partido ante el Betis, ha desaparecido. Tal vez la reaparición del canario en el Clásico le ayude. El Barça lo necesitará para intentar cerrar la Liga en el Clásico. Una victoria le permitiría agarrar el título casi de manera definitiva.