El Barça post-Piqué
Xavi quiere activar nuevos liderazgos (Koundé, Araújo) en el puesto de central. El central, por su parte, se convierte desde hoy en entorno y presidenciable.
No es que el adiós de Piqué inaugure una nueva era en el Barça porque el cambio de ciclo empezó con el adiós del jugador más importante de la historia del club, Leo Messi. Pero la marcha de Piqué tiene su peso. Para empezar, deja a Sergio Busquets como único representante del Barça del Sextete. Y puede que al superviviente le quede poco más de medio año porque ‘Busi’ termina contrato y su adiós parece cantado.
Xavi, que irremediablemente se ha visto en parte coartado en su primer año por el tremendo peso en el vestuario de leyendas como Piqué, va a ganar poder en el vestuario y eso le va a permitir redirigir los liderazgos. El técnico considera que tiene jugadores suficientes en defensa para dar categoría futbolística y personalidad a la plantilla del Barça. Sus preferidos en esa línea son Koundé, por el que se la jugó este verano (el Barça hizo una fortísima inversión para arrancárselo al Sevilla) y que está rindiendo a satisfacción, y Ronald Araújo, de quien también pidió un esfuerzo al club para su renovación. Koundé y Araújo, jugadores de fuerte personalidad, cada uno en su estilo, tendrán que dar ahora un paso adelante y colgarse galones. Pedirlos es fácil; ponérselos y lucirlos con éxito de verdad es otra cosa. Es un gran desafío. Además, Xavi mira con buenos ojos a Eric Garcia. Le gusta los valores que representa: esfuerzo, discreción, barcelonismo y espíritu de equipo. A la espera de que los más jóvenes como Gavi y Pedri se conviertan en referentes en el vestuario; y mientras futbolistas como Ter Stegen o Lewandowski hacen ahora ese trabajo (habrá que saber si el Barça nombra cuarto capitán con la marcha de Piqué, en cuyo caso el alemán es favorito), los defensas que vienen detrás de Piqué también están llamados a tener protagonismo en el ecosistema del vestuario.
Y luego queda Piqué. Retirado ya del fútbol (se hace difícil pensar que juegue en Pamplona después de tantas emociones este sábado), cierra una etapa y abre otra, la de su carrera electoral a la presidencia. En este caso, no es una especulación siquiera. Él ha prometido volver, así que sólo falta ponerle la fecha: 2026 o 2031. Hay quien piensa que, para tomar una decisión, Piqué esperará a conocer la situación real del club en los próximos años para saber si es un buen momento o no. Otros, sin embargo, piensan que Piqué tiene prisa. Siempre ha sido un tipo precoz y, cuanto antes se convierta en candidato, más cerca estará el recuerdo del ídolo para muchos, jóvenes y menos jóvenes. Pero lo que sí queda de claro es que, desde ya, Piqué se convierte en entorno del Barça. Gente muy importante del Barça como Puyol estará muy cerca de él en los próximos años. Y muchos se acercarán a él con la seguridad de que es una apuesta ganadora. A él le tocará manejar los tiempos y hacer las declaraciones pertinentes en los tiempos que toquen. Siempre ha sabido manejar bien el mensaje. En un Barça siempre marcado por los ismos, desde Núñez a Laporta (laportismo) pasando por Cruyff, Guardiola o Rosell (con su extensión del ‘bartorosellismo’), los dos últimos años han dejado las marchas de Messi y Piqué, llamados a convertirse en dos personajes de mucho peso en el entorno azulgrana en los próximos años. Ahora mismo, los dos están muy alejados. Pero quién sabe. El Barça post-Messi tiene que ver con el césped. El Barça post-Piqué irá sobre el palco. Pero a ‘Geri’ le ha gustado siempre estar en todas las fiestas.