El Barça no se fía: en 2016 casi dilapida 12 puntos
La euforia de los titulares contrasta con la prudencia en el vestuario. Con Luis Enrique, los azulgrana estuvieron a punto de tirar una Liga que tenían hecha. Perdieron once puntos en cuatro jornadas y se vieron obligados a ganar las últimas cinco jornadas.
Barcelona se ha despertado eufórica este lunes. “Golpe a la Liga”, ha llevado a su portada Sport, que como Mundo Deportivo dibuja un ‘ocho’ gigante en la portada para ilustrar la diferencia con el Madrid. Se refleja el qué, pero también el cómo. El País lleva a su crónica el titular “acto de afirmación del Barça”; y La Vanguardia, “el Barça se dispara”. Ara dice que los de Xavi “ya ni ven por el retrovisor al Madrid” y El Periódico, “acelerón del Barça”.
Lo cierto es que el Barça está intratable. Sólo se ha dejado siete puntos en todo el campeonato, lleva 42 goles a favor y siete en contra y hasta ha dejado de depender de Lewandowski, que sólo ha marcado uno de los últimos trece goles del equipo azulgrana en LaLiga.
Pero para ganar LaLiga hay que ser el mejor en las cuatro estaciones del año y sólo el invierno no le va a bastar al Barça. Xavi es consciente de que pueden llegar malos momentos y que entonces tendrá que saber manejar un vestuario joven en el que, sí, hay líderes experimentados como Lewandowski, Busquets, Alba o Ter Stegen, pero también jovencísimos como Balde, Pedri, Gavi… Hay precedentes, además, como para ser prudentes. Sin ir más lejos, hace poco más de un lustro.
En 2016, un Barça que venía de ganar el triplete y parecía arrollador, llegó a acumular doce puntos de ventaja con el Real Madrid ya entrada la segunda vuelta. Era el Barça del tridente contra un Madrid de Zidane que parecía hundido. Pero, en un visto y no visto, los de Luis Enrique empataron en Villarreal (2-2), perdieron el Clásico después de ir ganándolo (1-2) y volvieron a caer contra la Real Sociedad en Anoeta y ante el Valencia en el Camp Nou. Un derrumbe en toda regla que el Madrid aprovechó con victorias ante Sevilla, Getafe y Eibar. En cuatro jornadas, el Madrid se puso a un punto y obligó al Barça a ganar los últimos cinco partidos sin error (Deportivo, Sporting, Betis, Espanyol y Granada) para ser campeón. Un aviso de que LaLiga no está resuelta ni de lejos para los de Xavi.