NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SEVILLA

El banquillo del Sevilla pasa de ‘caramelito’ a ‘patata caliente’

Marcelino y Gallardo, por ejemplo, son reticentes a hacerse con el proyecto nervionense. Los dirigentes y Víctor Orta han tenido que irse otra vez por un segundo plato.

Marcelino García Toral.
AFP7 vía Europa Press

Marcelino, Marcelo Gallardo, Javi Gracia... Todos se han negado, al menos de momento, a entrenar al Sevilla. Ni siquiera disponer de una plantilla capaz de ganar la Europa League, mejorada sin duda este año, sirve para convertir de nuevo en caramelito el banquillo de un equipo considerado grande por sus logros, pero que en otros aspectos parece haberse convertido en un gran marrón. Las evidentes equivocaciones deportivas y los problemas económicos han restado caché al equipo de Nervión, al menos entre los profesionales del mundo del fútbol.

Tras anunciar la destitución de Mendilibar en la noche del domingo, el presidente José Castro, el vicepresidente José María del Nido y el director deportivo Víctor Orta pasaron una larga jornada de lunes en Madrid, lejos de los focos y de los medios locales sevillanos, para mantener reuniones con representantes y valorar los candidatos de un puesto que acogerá a su cuarto inquilino en poco más de un año desde que el 4 de octubre de 2022 Sampaoli relevara a Julen Lopetegui. El vasco, a quién una mayoría de la Planta Noble apostaba por haber despedido el anterior verano, salía del club con un jugoso finiquito y lo mismo ocurriría apenas cinco meses después con el argentino. Dos buenos golpes para las arcas sevillistas.

Por fortuna para el Sevilla, Mendilibar tenía sólo de contrato hasta el final de campaña y un sueldo sensiblemente inferior al de sus antecesores, con lo que la factura esta vez no será tan millonaria. Y eso, una hipoteca mucho menor, es lo que mueve a los dirigentes nervionenses también ahora en sus negociaciones con el futuro técnico. Quieren que, como ocurre con el de Zaldibar, si hay que acometer otra destitución no haya que pagar más de una temporada de sueldo corriente (o menos) al próximo inquilino del banquillo, por mucho que se le firmen varias campañas.

Y esta ‘rebaja’ es algo que gente como Marcelino o Gallardo, por ejemplo, no quiere aceptar, más allá de otros recelos deportivos como es el de coger una plantilla repleta de pesos pesados, de futbolistas con tanto bagaje y personalidad que a veces mandan en el vestuario y casi en el club más que el mismo entrenador: Ivan Rakitic, Jesús Navas... o el recién llegado Sergio Ramos. A Mendilibar, por ejemplo, le ha costado administrar las suplencias de algunos de ellos y otros que, por edad y posición en el equipo, consideraba que debían tener un lugar preferente. El conocido, pero para muchos ya antiguo, estatus en una plantilla.

Las primeras opciones, por tanto, se han desvanecido para el Sevilla. Pero esto es algo que ya ocurrió el pasado mes de marzo con José Luis Mendilibar y, aunque la aventura haya acabado mal, la llegada del técnico vasco sirvió para revivir al equipo hasta llevarle a la consecución de otro título, la Séptima Europa League. Mientras Sampaoli, que sí era el primer elegido, fracasó estrepitosamente. Así que quizá el azar ayude de nuevo a la Planta Noble de Nervión y un segundo plato vuelva a resultar bueno.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.