El balón parado, de arma a lastre
El Atleti del Cholo que hace una década intimidaba con la estrategia ahora sucumbe. Lleva seis a favor y cinco en contra ya. En la 13-14 fueron 33 y ocho
Y eso que estaba avisado el Atlético. Que el Arsenal era como una réplica en 2025 de lo que él mismo había sido en 2013. Pero dio igual. Los rojiblancos regresaron de Londres con dos tazas de ducha fría, la del lunes por los grifos averiados tras los últimos entrenamientos oficiales y la del martes desde el fútbol y la hierba. Dos del 4-0 fueron, claro, de estrategia. De pizarra. A balón parado. Aquello que hace una década definía y hacía letales a los rojiblancos hoy los mata. O, peor, es algo gris. Ni fu ni fa. Que recibe tanto como marca. Y, la verdad, tampoco marca tanto ya.
12 goles a favor (seis en Liga, tres en Champions y tres en Copa) hizo la temporada pasada para 10 (siete en Liga, uno en Champions y dos en Copa) que recibió la temporada pasada, un balance total de solo +2 similar al de la 23-24: 11 a favor (cinco en Liga y seis en Champions) y 8 en contra (cuatro en Liga, tres en Champions y uno en Copa). El balance fue +3. Y eso que la plantilla tiene centímetros (los 1,95 metros de Sorloth y centrales como Le Normand, con mide 1,87, y Giménez, con 1,85 de pura potencia en el juego aéreo) y ha fichado pie (el verano pasado el de Julián, éste el de Baena), pero con un cuarto de temporada disputado, el equipo de Simeone sigue en el mismo punto: a balón parado marca prácticamente lo que encaja. Ha marcado seis, ha recibido cinco. Empate casi. A pre. La diferencia es solo de +1.
De los cinco que ha marcado, cuatro fueron en Liga: dos de falta directa (Julián Alvarez, a Espanyol y Madrid, ambos golazos), uno de falta indirecta (Le Normand al Madrid) y otro de saque de banda (Sorloth al Madrid también). Los dos a favor en la Champions fueron de una sola manera: de córner (Le Normand y Giuliano). De los cinco que ha recibido en contra fueron uno en Liga (de falta, ante el Espanyol) y cuatro en Champions (dos de córner y dos de falta). Pues se pueden sumar todos los que la plantilla rojiblanca ha hecho en estas dos últimas temporadas y cuarto y ni aun así llegan a todos los que el equipo celebró en un solo curso. El de la 2013-14. El año de la primera Liga de Simeone como entrenador del Atlético. El de la pizarra de oro del Mono Burgos.
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Los Gabi, Godín, Filipe, Tiago, Costa, Miranda y demás no eran futbolistas, eran un ejercito en la estrategia. Tan temidos como infalibles. 33 goles harían de esa manera (18 en Liga, con 13 de córner y cinco de falta indirecta; 10 en Champions, con cuatro de córner, cinco de falta y uno de saque de banda; y cinco en Copa, tres de córner y dos de falta). Recibieron solo ocho en contra. Con un balance de +25 que al mirarlo desde el futuro duele.
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