El balón como patata caliente
Se enfrentan Espanyol y Mallorca, los dos equipos que menos tocan el esférico en esta Liga, a excepción del Cádiz, y dos de los que tienen menos posesión, rondando el 41 por ciento.
Viene el Espanyol de consumar su victoria más extraordinaria de esta Liga, en el sentido de que el gol que dio los tres puntos, el de Sergi Darder frente al Elche (0-1), llegó después de una cadena de 21 pases, en una jugada asociativa bastante impropia del conjunto perico esta temporada, más acostumbrado al juego directo. El caso es que este sábado, en el RCDE Stadium, reciben los de Diego Martínez a la horma de su zapato, a un Mallorca al que igualmente le suele quemar el esférico. Si ambos equipos son fieles a su estilo, se asemejará el partido al juego de la patata caliente.
Porque, no en vano, Espanyol y Mallorca son los dos conjuntos de Primera División que menos toques de balón dan, solo por delante de los 11.206 del Cádiz de Sergio González. 11.371 ha dado el equipo blanquiazul, por los 11.440 de los pupilos de Javier Aguirre. Ya el enfrentamiento de la primera vuelta en Son Moix representó toda una anomalía, ya que el Mallorca tocó 640 veces la pelota, por 616 del Espanyol, alcanzando las dos escuadras su segunda cifra más alta en las 22 jornadas de esta Liga.
Esta poca querencia por el balón se traduce también, como es natural, en la posesión. Solo Cádiz y Getafe están por detrás del 41,23% del tiempo en que el Espanyol tiene la pelota en su poder, por el 40,73% del Mallorca. En el caso de los de Diego Martínez, solo la han tenido más que su rival en tres encuentros, curiosamente uno de ellos este pasado domingo en Elche, con un 53,8% fruto en parte de la expulsión de José Ángel Carmona, siendo la única vez que ha ganado con la posesión a su favor.
En el Mallorca-Espanyol de la primera vuelta, que se saldó con un 1-1, los bermellones fueron los que acapararon más el esférico, en un 52% del tiempo, su mejor posesión en casa y la tercera de toda la Liga. En cualquier caso, fue prácticamente un empate técnico a balón. A quien lo quiso más. O menos.