El Atlético retornó al campeonato liguero con las mismas sensaciones con las que llegó al parón por el Mundial. El espectáculo casi estuvo más en la grada, con una afición que aplaudió a rabiar a Griezmann y también a João Félix, muy activo en el partido. De tanto intentarlo, marcó y lo celebró a lo grande, con un gesto de rabia. La gente tiene ganas de pasárselo bien pero el equipo rojiblanco no está para grandes florituras. El partido sirvió también para homenajear a los tres mundialistas campeones del mundo, además de a Grbic y a Antoine. Y antes de comenzar se guardó un minuto de silencio por el inolvidable Lázaro Albarracín y por Pelé. Lázaro fue alguien especial para todos los que le conocimos y cualquier recuerdo hacia su persona me parece merecido.
Volviendo a João Félix, habrá que ver lo que pasa con su futuro. Está claro que motivado es un jugador que puede ser imparable. Necesita tener buenas actuaciones, marcar goles y sentirse querido. El Cholo le felicitó cuando fue cambiado. Por cierto, el estadio le dio una lección a la parte de la grada que silbó a Reguilón. No parece muy normal pitar a uno de los tuyos por el hecho de haber jugado en un determinado equipo. Total, ganó el Atlético y ganó para la causa a João Félix, excelente noticia. Los rojiblancos respiran y acaban el año con un triunfo. Feliz 2023 a todos.