El Atleti tercero, récord a récord
Griezmann fue el gol ante un Mallorca y se queda a tres del récord de Luis. Koke jugó su partido 600 para los rojiblancos, que logran la victoria 16 seguida en casa.
Soñar, lo había soñado. Tantas veces, cómo no: vestir la rojiblanca un día, un minuto al menos, como ese aficionado que logra derribar la cuarta pared. Soñar lo soñó. Tantas veces, cómo no: pero lo que, quizá, nunca llegó a imaginar el hombre que cierra los ojos en la hierba cuando Martínez Munuera se lleva el silbato a la boca para que el Atleti-Mallorca comience, es que llevaría el sueño tan lejos. Este es su partido 600 con el Atleti. El partido 600 del niño nacido en Vallecas como Jorge Resurrección. Que llegó al club por el colegio Amorós y creció de la mano de su padre y hermano en domingos de viejo Calderón. “Koooke, Koooke”. Cuando el reloj llega al seis la grada rompe a celebrarle en una honda ovación. Hacía un minuto que el Atleti se había presentado por primera vez en el área de Rajkovic.
Fue Morata, que rozó con la puntera un pase de Barrios. Le faltaron cinco centímetros. A Correa le sobraron varios metros en el chut que sobrevoló el larguero del portero de Aguirre después de que Lino galopara por la izquierda en un zig-zag inabordable. Toc, toc; Brasil, están llamando a tu puerta. El Atleti comenzaba el partido haciendo gala de su última versión: la del Atleti que juega para el título. “Ten un plaaan”. Arriba y apretando, con ritmo y posesión, sin rifar una pelota. Sólo faltaba acierto arriba, volver a llevarlo a los pies de Rajkovic. Aguirre había levantado un muro jugador a jugador. Ahí estaba su partido. En resistir y esperar un error. Mientras el Mallorca se iba asentando en el partido, el Atleti empezaba a enredarse al no llevar al marcador el Cholo-Taka.
Morata estaba en uno de esos días que no, los días de siempre en fuera de juego, y el partido se fue poniendo textura polvorón, que se acerca la Navidad. Aguirre ganaba en el duelo de pizarras sin echarse demasiado atrás y atacando con criterio. Darder iba poniéndole su nombre al balón, la banda derecha empezaba a soltarse, Samu Costa estaba en todas partes. Lino ya no corría. Llorente tampoco. Por Griezmann no pasaba una pelota. Y sin Grizi no hay party: nada penaliza más al Atleti que el francés no pueda entrar en su juego. Todos los balones iban a un Morata que seguía que no. El partido se iba al descanso sin disparos a puerta de ninguno de los dos.
Todo regresó en el mismo sitio: Morata estrellado en algún lugar. Ya el banderín en alto del asistente o ya los guantes de Rajkovic, como en la jugada que inauguró la segunda parte. El Atleti se había tomado un café en la caseta y recuperó la energía. Lino corría de nuevo (toc, toc, toc) aunque los 180 minutos de Francia a Griezmann, inevitable, parecían pesarle en las piernas cuando su equipo lograba cederle un balón. A la hora llegaban los cambios. Aguirre introducía mordiente, Larín y Mascarell. Simeone, a De Paul y Riquelme para sentar a Correa y a Koke. Un Koke que volvía todos sus partidos atrás para volver a ver desde fuera, aunque estuviera tan cerca, cómo Grizi en su primer segundo como delantero saltaba para cabecear a la escuadra un centro medido de Hermoso. Gol. Tres veces se besó el escudo. A tres goles está de los 173 de Luis, otro récord que parecía inalcanzable, como el de los 553 partidos de Adelardo que hace un año pulverizó ya Koke.
Riquelme acarició la tranquilidad tras una delicatessen y el Mallorca, con los cambios, comenzó a rondar la portería de Oblak con intención y peligro real. Barrios barría un tiro de Larín y el portero repelía a córner el primer disparo a puerta del Mallorca, una volea seca de Gio. Comenzaba el tiempo de los desfibriladores, que ni el Cholo-Taka los arranca del Metropolitano. Amath los puso a pleno rendimiento cuando escapó en una contra hacia Oblak. El portero no salió, como si fuera el resguardo de su portería lo que alumbra sus milagros. Inexplicable, el futbolista del Mallorca tiró raso y desviado.
Entre bocanada y bocanada de oxígeno para calmar los nervios del regreso del unocerismo, Memphis volvía y Simeone cementaba con Giménez. Y Larin enviaba fuera el último córner. Y el partido terminaba, con el Atleti abrazado a su victoria número 16 seguida en casa en Liga. Otro récord que sigue, como ese de los partidos de Koke, como al de los goles de Luis al que apunta Grizi. El Barça ya por detrás en la tabla. El Atleti ya tercero, con su partido de menos. Y Montjuïc en el horizonte.
- 13 Oblak
- 20 Witsel
- 3 Azpilicueta (81')
- 22 Mario Hermoso
- 12 Samuel Lino (70')
- 6 Koke (62')
- 24 Pablo Barrios Rivas
- 14 Marcos Llorente
- 7 Griezmann
- 19 Morata (81') -
- 10 Correa (62') -
- Banquillo
- 4 Soyuncu
- 17 Javi Galán
- 16 Nahuel Molina
- 15 Savic
- 23 Reinildo Mandava
- 25 Rodrigo Riquelme (62')
- 31 Antonio Gomis
- 8 Saúl (70')
- 9 Depay (81')
- 5 De Paul (62')
- 2 Giménez (81')
- 1 Ivo Grbic
- 1 Predrag Rajkovic
- 3 Lato (81')
- 24 Valjent
- 6 Copete (81')
- 20 Giovanni González
- 2 Nastasic
- 14 Dani (73')
- 12 Samuel Costa
- 10 Darder
- 18 Antonio Sánchez (61')
- 9 Abdón Prats (61') -
- Banquillo
- 17 Cyle Larin (61')
- 19 Javi Llabrés (81')
- 4 Siebe van der Heyden
- 5 Omar Mascarell (61')
- 23 Amath (73') -
- 25 Pichu
- 21 Raíllo
- 27 David López
- 33 Daniel Luna
- 15 Pablo Maffeo (81')
- 13 Dominik Greif
- 11 Jaume Costa
Cambios
Cyle Larin (61', Abdón Prats), Omar Mascarell (61', Antonio Sánchez), Rodrigo Riquelme (62', Ángel Correa), Rodrigo De Paul (62', Koke), Saúl Ñíguez (70', Samuel Lino), Amath Ndiaye (73', Dani Rodríguez), Javi Llabrés (81', Toni Lato), Pablo Maffeo (81', Copete), José Giménez (81', César Azpilicueta), Memphis Depay (81', Álvaro Morata)
Goles
1-0, 63': Griezmann