El Atleti no felicita al Madrid
Sólo el Cádiz, el rival del alirón, y el vecino rojiblanco no dan la enhorabuena por redes a los de Ancelotti por la consecución del título liguero.
El silbato de Javier Iglesias Villanueva no marcó el alirón, pero sí el festejo. El Real Madrid superó con claridad, que no sin sufrimiento, al Cádiz. Courtois fue un muro ante Chris Ramos y después, maremoto. Brahim fue el brazo ejecutor, con golazo y asistencia a Bellingham, y la cabalgada de Nacho para servir a Joselu el 3-0 final el broche perfecto. Conscientes de que había que esperar al Girona-Barça, celebraron en ‘petit comité'. Sobre el césped del Bernabéu con el campeonato oficioso. Una conjura para convertirlo en oficial. Ocurrió cuando Hernández Hernández decretó el final en Montilivi. Ahí comenzaron a llegar las felicitaciones de los rivales. Uno tras otro hasta llegar a 17. Todos menos el Atleti y el Cádiz.
Ni el último contrincante de los blancos, el auspiciante del alirón, ni el vecino rojiblanco se pronunciaron el redes sociales. Unos fueron más efusivos, otros menos, pero Barcelona, Girona, Athletic, Real Sociedad, Betis, Valencia, Villarreal, Getafe, Osasuna, Alavés, Sevilla, Las Palmas, Rayo, Mallorca, Celta, Granada y Almería. En el caso del Atleti, es algo común. Fuentes consultadas por AS señalan que nada tiene que ver con la rivalidad existente entre ambos clubes. La regla no escrita es no felicitar a sus adversarios deportivos y no hubo excepción con la 36 del equipo blanco. Tampoco llegó la palmada en la espalda pública en la 35, alzada por los de Ancelotti en 2022. Algo que no es bidireccional. Y es que el Real Madrid, cuando los de Simeone se hicieron con la Liga en 2021, sí que dio la “enhorabuena al Atleti y a su afición por el título de Liga”.
En lo que a la celebración respecta, Cibeles estuvo tímida, con unos 10.000 aficionados viviendo el aperitivo del domingo próximo. Tras el viaje a Granada llegará el jolgorio, la rúa, la visita a las instituciones y la colocación de la bufanda a la Diosa. “Ahora, tranquilidad, a casa y a pensar en el Bayern”, avisaba Ancelotti. El miércoles visita el gigante bávaro el Bernabéu y ni Carletto ni el club querían distracciones. En 2022 la situación fue similar, pero no idéntica. “Hace dos años estaba en nuestra mano, porque con ganar al Espanyol éramos campeones, pero hoy no. Y no merece la pena esperar. Si debemos celebrar lo haremos el próximo domingo, algo que la afición entiende perfectamente”, explicó el de Reggiolo. Y así fue. Los jugadores vivieron el duelo de Montilivi en el palco VIP del coliseo blanco, con sus familiares. El baño de masas, en siete días.
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