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BARCELONA

El año en Montjuïc acabó en bronca

La afición del Barça mostró su hartazgo con el pobre juego del equipo en otra primera parte inaceptable aunque en el segundo tiempo prefirió olvidar.

BARCELONA, 20/12/2023.- El portero Iñaki Peña y el defensa del FC Barcelona Ronald Araujo (d) no pueden evitar el gol del delantero del Almería Leo Baptistao (2d), durante el encuentro correspondiente a la jornada 18 de LaLiga EA Sports disputado este miércoles entre el FC Barcelona y la UD Almería en el estadio Olímpico Lluís Companys de Barcelona. EFE/Enric Fontcuberta
Enric FontcubertaEFE

La afición del FC Barcelona se está empezando a hartar de su equipo. Y si en una situación normal eso ya es malo, en el destierro de Montjuïc, todavía más. El Barça se está ganando a pulso que cuando vuelvan de vacaciones en 2024 se encuentren más cemento que seguidores en las gradas. El último duelo del año en casa, acabó en bronca.

Los 34.471 espectadores que acudieron ilusionados al Lluís Companys esperando una reacción del equipo se encontraron de nuevo con un partido flojísimo, por no decir incomprensible e inaceptable teniendo en cuenta que el rival era el Almería, el colista de LaLiga, y que todavía no había estrenado el casillero de victorias en la competición. Era, además, otra final para el equipo, que no puede fallar más en esta Liga, como ya viene advirtiendo Xavi, que fue duro con sus jugadores en la rueda de prensa.

Y los seguidores dijeron basta. Los pitos, tímidos en anteriores partidos, esta vez sí que se escucharon con notoriedad. Fue la mejor manera para demostrar el descontento existente con el juego del equipo, que se volvió a mostrar incapaz de generar peligro durante muchas fases del partido ante el Almería. Si que es cierto que en el segundo tiempo el Barça volvió a fallarle la efectividad porque tuvo ocasiones de sobras para marcar más goles y que el empate almeriense llegó con un error grave de Iñaki Peña, pero también es cierto que el portero alicantino salvó al equipo poco después con un paradón.

Xavi reconoció que el equipo mereció los pitos, aunque a él no le gustasen. “Son normales. No me gustan y yo no he pitado en mi vida pero entiendo a la gente. No nos puede faltar alma. Por respeto al club y al escudo hay que dejarse siempre la piel y en la primera parte no ha sido así”, dijo.

Sergi Roberto, también se mostró comprensivo con la afición, aunque pidió “unión”. “He escuchado pitos, pero también aplausos y apoyo cuando el equipo lo necesitaba. Puedo entender que la gente no esté contenta. Nosotros tampoco lo estamos, pero es el momento de estar unidos. No nos podíamos descolgar en la Liga. Ahora vienen la Copa, la Supercopa y necesitamos a la gente y estar más unidos”, afirmó.

En el segundo tiempo, la afición azulgrana decidió olvidar. En parte, porque el equipo hizo méritos para ser perdonado. Aumentaron el ritmo, le pusieron más ganas y orgullo y crearon mucho más. Oriol Romeu, el gran señalado en los dos goles en Amberes, también recibió el cariño de la grada. Los barcelonistas puede que se fueron contentos a casa por los tres puntos conseguidos pero plenamente conscientes que este equipo necesita hacer un cambio radical para aspirar a lograr un título esta temporada.