El Alavés se lleva el homenaje a De Marcos

El Prao de Laguardia se cargó de nostalgia para despedir a De Marcos. Segundo homenaje a la leyenda rojiblanca, primero de San Mamés ante una multitud y hoy con sus paisanos de forma más íntima aunque igual de emocional. Un escenario singular, al pie de la Sierra de Cantabria, en una tarde que era una postal, con los veraneantes haciendo un alto en su paseo a la piscina del pueblo para ver a sus ídolos. Vallas de piedra y gente apostada por el perímetro del terreno de juego, con invasión final para cazar algún autógrafo. “Se junta toda toda mi vida o toda mi trayectoria como deportista y como persona en mi pueblo, en la Rioja Alavesa, con el Alavés y el Athletic, los dos equipos en los que he jugado, un día muy especial para mí”, recalcaba el lateral. La tarde se las traía, porque minutos antes de arrancar estalló la bomba Areso. Iba de laterales el tema.

Después se desafiaron en el derbi Alavés y Athletic, para seguir con las probaturas. Un pulso físico y bastante parejo. El césped arrancó como una alfombra, pero se fue deteriorando. Valverde puso a los tres internacionales en liza, Simón, Vivian y Sancet, y probó con Unai Gómez en el lateral izquierdo. Rincón, que se va a ir cedido al Girona tras el fichaje de Areso, salió en el once, algo así como un premio al chaval, que apenas tuvo balón. Berenguer, Yuri e Iñaki Williams, citado a última hora tras la desconvocatoria de Djaló para que se fuera a Qatar, no llegaron a saltar al terreno de juego. Coudet reservó a Panichelli, que negocia su salida al Estrasburgo.

Primer test para los albiazules, que saltaron con un once muy reconocible, con sus piezas titulares, quitando tres. En el Athletic se estrenó Nico Williams, que mostró el desparpajo habitual y tuvo un par de oportunidades, pero aún le falta ritmo, lógicamente. El choque se resolvió con un gol del canterano Diallo nada más comenzar el segundo tiempo, tras una internada de Abde con pase al excolchonero, que resolvió muy bien ante Padilla. Los leones estuvieron bien en la presión tras pérdida, sufrieron demasiado en defensa en el período inicial y siguen mostrando poca claridad de ideas en ataque, tienen muy poca eficacia ante las ocasiones que generan. La ausencia de los cerebros Galarreta y Jauregizar se notaría en cualquier equipo del mundo y más, en este.

El primer tiempo tuvo dos partes diferenciadas, con el Athletic queriendo mandar de saque y el Alavés encadenando oportunidades claras después. Guridi marcó en el 26′ el 1-0, pero quedó anulado porque el balón rebasó la línea de fondo antes del centro de Toni Martínez. El frente ofensivo rojiblanco no tuvo tantas facilidades como ante el Ponferradina el sábado. Navarro pudo prodigar un par de internadas, pero desapareció más tarde. En el 31’ lo intentó Ibáñez desde lejos, pero su disparo salió cerca del poste de Simón.

El Glorioso, espoleado por un activo Coudet, acabó martilleando una y otra vez por su flanco derecho, el que defendían Unai Gómez y Lekue. Vicente se movió con mucha comodidad y Guridi era el amo llegando al área. La primera parte se cerró con errores en las entregas de los albiazules que no pudieron convertir los pupilos del Txingurri. Un robo de Sancet que protestó el Alavés que iba acompañado de falta, un pase a Nico y la clásica jugada de este por el flanco izquierdo hacia dentro con disparo final al palo largo. Se marchó por poco. Luego se invirtieron los términos: cedió el 10 a Sancet y este no pudo resolver ante Sivera.

La segunda parte concitó a muchos meritorios en ambos bandos. Se mantuvo la intensidad, el toma y daca, pero las ocasiones empezaron a escasear. Egiluz y Vencedor, al que cabe exigir más, se estrenaron en la pretemporada rojiblanca, y el Chacho probó con un 4-4-2, metiendo en punta a Villalibre y Mariano, con el dorsal 5. El exmadridista se ejercita estos días con los babazorros en busca de la forma. Mostró ganas, pero apenas tuvo ocasión de brillar. No pudo empezar mejor la cosa para ellos, ya que anotó Diallo. Adu Ares volvió a desenvolverse por el lateral diestro y Serrano actuó por delante de él. Izeta arrancó por la izquierda y luego intercaló posición en medio de enganche con Canales.

En el 58′, la tuvo Prados, pero Raúl realizó un paradón abajo a tiro cruzado. Aragües, firmado del Zaragoza B, entró para el último sorbo en el conjunto albiazul por el goleador Diallo. El Athletic fue creciendo, acabó volcado en la meta vitoriana en busca del empate, con ocasiones muy claras de Izeta, Egiluz y Paredes, este a pase de Sannadi desde la izquierda. Siguen con poca puntería. El Trofeo Villa de Laguardia, que alcanza la nada desdeñable cifra de 23 ediciones, se va para la capital alavesa.

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