El abismo entre los dos parones de la Real Sociedad
En octubre, el equipo llegó hundido y con Sergio Francisco en la cuerda floja; ahora, el conjunto txuri-urdin está con la moral renovada.


La Real Sociedad se enfrenta a su tercer parón de selecciones con una sensación de alivio y recuperación que contrasta enormemente con la tensión de la ventana FIFA de octubre. Si entonces el equipo estaba hundido y el futuro de Sergio Francisco pendía de un hilo, la realidad hoy es la de un conjunto que ha logrado una reacción vital en un momento crítico. La Real se presenta al ‘STOP’ de LaLiga invicta entre parones, con dos victorias y un empate, consciente de que aún hay mucho por mejorar.
El valor de esta racha (dos triunfos y un empate en Liga, más el pase en Copa) no reside en la brillantez del juego, sino en la eficacia para obtener los puntos necesarios. La Real ha demostrado una capacidad de ir de menos a más, que le ha permitido sumar para sobrevivir, aunque sin haber alcanzado aún la fluidez deseada. No hay euforia, sino una buena inyección de moral basada en la competitividad.
La mejora ofensiva ha sido palpable. Mikel Oyarzabal sigue siendo el referente, pero se ha visto acompañado por el paso al frente de la segunda línea: Brais Méndez y Carlos Soler han aportado goles cruciales. Además, Gonçalo Guedes ha demostrado ser un buen recurso en la rotación, estrenándose como goleador en el derbi ante el Athletic.
Sergio Francisco ha logrado consolidar un once en las últimas semanas, ganando consistencia. Este armazón deberá integrar, a su vuelta, a Yangel Herrera, cuya mala suerte con las lesiones es inversamente proporcional a su impacto inmediato en los pocos minutos que ha disputado (generando una expulsión y un penalti). En la defensa, el avance de Jon Martín ha sido una de las notas positivas de este tramo. El canterano ha evidenciado un crecimiento que le sitúa por delante de Caleta-Car.
El espaldarazo del derbi
La victoria ante el Athletic, lograda en el tiempo de descuento con el gol del canterano Jon Gorrotxategi, es el símbolo de la tenacidad actual del equipo. Más allá de la celebración emocional, el triunfo supuso la suma de tres puntos de oro que permitieron a la Real escalar posiciones y salir de la zona más caliente, aunque sigue necesitando ganar para establecer una distancia segura con los puestos de descenso.
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El objetivo inmediato de la Real Sociedad es rematar este buen tramo este viernes en el Martínez Valero ante el Elche, asegurando un resultado que confirme esta reacción y le permita afrontar el tercer parón con una base más estable para la segunda fase de la temporada.
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