Es difícil de explicar la dinámica del Real Mallorca en las diez últimas jornadas cuyo balance es el de cinco victorias (todas en casa) y cinco derrotas (todas fuera) sin el beneplácito de algún empate que maquille tanto una cosa como la otra.
Esta es la curiosa estadística que acompaña a los mallorquinistas en sus últimos diez partidos, dos en 2022 y ocho en 2023.
Los cinco triunfos se han conseguido en el Estadio de Son Moix mientras que jugar lejos de la isla se ha convertido en un lastre insalvable con cero puntos en cinco salidas.
En Palma, los de Aguirre se han hecho fuertes y han superado del tirón a Atlético de Madrid (antes del parón mundialista), Valladolid, Celta, Real Madrid y Villarreal logrando los 15 puntos en juego y además, con el detalles de mantener la portería propia a cero en cuatro de esos cinco encuentros.
Por otra parte, los viajes se le atragantan a los jugadores bermellones y la cosecha en los cinco últimos desplazamientos es de cero puntos destacando también especialmente el capítulo goleador que es diametralmente opuesto para dar sentido a las rachas: un solo gol en esos cinco partidos, el anotado recientemente al Espanyol.
Los mallorquinistas han caído consecutivamente en los campos de Getafe (el 31 de diciembre), Osasuna, Cádiz, Sevilla y Espanyol en el año nuevo 2023.
El Mallorca lleva así pues diez partidos ganando o perdiendo alternativamente como local y visitante, un hecho que contrasta con el inicio de liga en el que los de Aguirre se mostraban más efectivos lejos de la isla ganando en Vallecas, Valencia y Villarreal y pasando apuros en casa con solo una victoria ante el Almería en los primeros seis primeros partidos ante la afición.
Es un misterio cómo se giró la tortilla y cómo se mantiene a lo largo de diez jornadas. Por esta regla de tres la afición mallorquinista espera con ganas los dos próximos partidos contra Elche y Real Sociedad, ambos en casa. Habrá que ver si se mantiene la racha, por lo menos la casera.