Dos capitanes nacidos para serlo
Kirian Rodríguez y Álex Suárez, tras una colosal temporada pasada, emergen como faros indiscutibles de Las Palmas de cara al próximo curso liguero.
“Un chicharrero como capitán de Las Palmas. Quién lo iba a decir”, afirmaba, con su clásica media sonrisa, un radiante Kirian Rodríguez tras uno de los partidos de la UD durante la temporada que acabó hace poco más de un mes. Tampoco es que fuera el Ave Fénix, acaso él mismo reniega de sentirse así, pero el 20 de Las Palmas parecía predestinado a portar el brazalete de la institución desde que volvió, y de qué manera, una vez superado ese linfoma de Hodgkin que tuvo en vilo al balompié español.
Los acontecimientos se precipitaron solo unas semanas después de iniciarse la liga anterior y, una vez quedó clara que Jonathan Viera quedaba apartado de la disciplina de Las Palmas, Kirian comenzó a llevar la voz cantante tanto en el césped como en el vestuario. No hubo partido en el que sus arengas públicas y privadas y comportamiento dentro del césped no fueran virales. Como lo fue, también, su antológica respuesta al impertinente comentario de Carles Naval, el eterno delegado del Barça, en las entrañas de Möntjuic.
Ocurre que, con Viera en otros menesteres, el resto de capitanes estaba totalmente fuera de foco. Mfulu no contaba para García Pimienta y Fabio tampoco lo hizo cuando se recuperó de su lesión, mientras que Benito nunca terminó de cogerle el pulso a la competición: apenas dos titularidades en 20 partidos y solo 369 minutos en los que, sin embargo, tiempo tuvo de marcarle un decisivo gol al Atlético de Madrid.
Sea como fuere, el rendimiento de Kirian le catapultó a todos los niveles. “Ahora mismo es el emblema de este club”, llegó a considerar García Pimienta en sala de prensa. Era, pues, más que evidente que Kirian, sin serlo, era el capitán de Las Palmas. Y eso que nunca le nombraron. Por supuesto lo hizo en el césped como también en los diferentes compromisos mediáticos y publicitarios del club, como aquel estupendo “Encuentro en Gran Canaria. Isla Mundial 2030″, enmarcado dentro de la campaña AS, Deporte en Positivo representó a la perfección a la entidad grancanaria.
Silencioso
Si Kirian se erigía como líder mediático ganado a pulso sobre el campo, Álex Suárez fue el coloso silencioso que a todos continúa ganándose con su brega y pasión sobre el campo. “Una vez piso el campo defiendo lo mío, me gusta ir al frente siempre, que los míos vean en mí alguien en el que apoyarse”, confesaba el corajudo defensa grancanario en una reciente entrevista con Diario AS.
Picapedrero de manual, un ejemplo de trabajo al servicio del grupo, ir por el camino largo le llevó a ser otro de los estandartes de Las Palmas. “Juegue o no juegue siempre intento ayudar al equipo. Me han tocado muchos momentos en los que he jugado y soy el primero que ha ayudado a lo demás porque cuando los demás son los que juegan también me gusta que me ayuden a mí. Somos un equipo y entre nosotros tenemos que ayudarnos”, sostiene.
Si Kirian viene de jugar 3.216 minutos en 37 partidos y marcar seis goles, pichichi destacado de Las Palmas, Suárez se batió en duelo durante 32 envites y 2.566 minutos, demostrando con sus dos goles un oportunismo en el área contrario desconocido en él hasta la fecha. Cada uno a su manera y los dos sobre el campo, fueron los verdaderos líderes del equipo para lograr la permanencia. El vestuario se siente seguro con ellos al timón. El brazalete para ambos, ahora para Suárez, solo era cuestión de tiempo. Son los faros de Las Palmas. Salvo milagro lo serán, por fin, desde el principio.
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