Dmitrovic hace de Bono

Marko Dmitrovic se disfrazó de su compañero Yassine Bono para dar en la tanda al Sevilla el primer Conmebol-UEFA Club Challenge. Un partido entre el campeón de la Sudamericana y el de la Europa League que se han inventado las dos confederaciones y que los nervionenses aprovecharon para solaparlo con su tradicional torneo en recuerdo de Antonio Puerta. Tal ha sido la improvisación que los suramericanos declararon como ‘oficial’ el título en juego mientras para los europeos se trataba, se trató, de un amistoso. No engrosará, por tanto, el nutrido palmarés internacional sevillista.

El sevillismo y Mendilibar se lo tomaron muy a la europea. El ambiente era infernal, sí, pero sólo por los casi 40 grados que hacía en la capital andaluza todavía a las 10 de la noche. Menos de la mitad de entrada en el Sánchez-Pizjuán, aunque animoso, también por los 400 ecuatorianos que disfrutaron haciendo patria. Contribuyó Mendi, que todavía no puede alinear a los recién llegados internacionales. Y que sacó un once repleto de canteranos y meritorios entre los que apenas tienen visos de ser titulares (y casi de quedarse en plantilla) Dimitrovic, Jordán y Suso. Papu Gómez apareció en el minuto 3′ para probar a Ramírez, el portero de Independiente, y luego desapareció.

Bielsista y por ende, Guardiolista, el argentino Martín Anselmi dirige Independiente con ese empeño que tiene su escuela en sacar el balón jugado , que da algún rédito entre líneas pero también muchos sustos a la hinchada cuando el portero, Ramírez en este caso, actúa de líbero y también de malabarista. Como el 0-1 de Lautaro, sin embargo, metieron un gol igual el día que se inventó el fútbol: pelotazo a la espalda, pifia del canterano Kike Salas y definición de Lautaro Díaz ante Dmitrovic (9′).

Sin casi recursos tampoco en el banquillo, con media plantilla de descanso, al Sevilla le bastó con apretar la máquina para encontrar un puñado de ocasiones claras que le permitieron empatar en el descuento, pero que debían haber servido para remontar del todo el partido. Pero no era el día de Isaac Romero, que primero no acertó a rematar en boca de gol un buen servicio de Juanlu y luego remató flojo de cabeza a cuatro metros de la portería. Ni de Idrissi, que empalmó fuera otro balón franco y cercano. Pedro Ortiz, ya en el descuento, forzó unos penaltis en los que se Dmitrovic hizo de héroe veraniego.