Dimitrievski: “El niño de Kumanovo ha encontrado su sitio en Vallecas”

Stole Dimitrievski (Kumanovo, Macedonia del Norte, 1993) está de dulce. Es el titular indiscutible también para Francisco y colecciona cinco porterías a cero en diez jornadas. No se conforma. El internacional quiere superar las nueve que consiguió la pasada campaña y ayudar al equipo a dar un paso más, hacia la salvación y cotas mayores. Es su sueño. Termina contrato en 2024, pero tiene claro que quiere seguir porque ha encontrado en el Rayo y el barrio su hogar. Este domingo recibe a la Real, uno de los rivales más en forma de la categoría, en la que Dimi cumplirá cien partidos con la Franja. Espera celebrarlo con tres puntos y entonando la ‘Vida Pirata’. Porque, sin duda, ésta es la vida mejor.

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—Ya es centenario en la élite, ¿cuál es su mejor recuerdo?

—¡La permanencia de la 21-22! Llevábamos una racha muy negativa y conseguimos dos victorias contra el Barça y Espanyol que encarrilaron la salvación. Al final, en mi primer año aquí, descendimos y quería sacarme esa espina. Fue especial.

—¿Cuánto hay de instinto y preparación para parar un penalti?

—Es un poco de ambas cosas. Ves vídeos, estudias al rival… pero el minuto y el resultado también cuentan. Ahora, con la regla de estar en la línea, es mucho más difícil pararlos.

—Lleva cinco porterías a cero y eso que la zaga es la línea que más cambió este verano.

—Aunque cambiamos de jugadores, los que han venido compiten muy bien, defienden muy bien… Y nosotros también hemos mejorado como equipo.

—¿Cómo está viendo al Rayo?

—Hemos perdido dos partidos de diez y eso es poquísimo. Nuestros números son bastante interesantes.

—Ahora viene un calendario complicado con Real Sociedad, Real Madrid, Girona y Barça.

—Todos los partidos son complicados, pero saldremos a ganar. Eso no va a cambiar sea quien sea el rival. Son buenos equipos, pero nosotros también tenemos nuestras armas.

—¿Cómo ve a la Real Sociedad?

—Tiene un gran equipo y lo está demostrando en Champions también. Está muy bien, pero cada fin de semana me enfrento a jugadores impresionantes. Es cuestión de prepararse.

—Usted ha secado a grandes equipos como el Barça.

—No encajar en Primera es muy complicado porque el fútbol es cada vez más competitivo. Nosotros nos hemos hecho muy fuertes en casa y sentimos que podemos competir y ganar a cualquiera en Vallecas.

—Sonó para reforzar al Barça...

—Cuando suenas para un equipo así es que algo has hecho bien y te pone contento. Sólo se puede contar que fue un rumor y poco más.

—Álvaro bromeó el otro día diciendo que se había traído las manos… ¿El buen rollo es la clave del éxito del Rayo?

—Con Álvaro tengo una grandísima relación. Coincidimos en el Granada y volvimos a juntarnos aquí. Siempre estamos bromeando y de buen rollo. El vestuario tiene una energía y armonía impresionante. Hay un grupo humano increíble. Sabemos salir juntos de las dificultades y disfrutar juntos de la gloria. Iraola tuvo su parte de culpa del ascenso, la Copa, pelear por Europa… y nosotros también. Dentro estamos, como dice Isi, siempre smile (sonrisa).

—Dimi está de moda y, además, es un loco de la moda...

—Soy muy fan de las nuevas tendencias de la ropa. Me gusta vestir diferente, probar cosas nuevas… Me divierte.

—¡Le pidió un cárdigan a Ancelotti!

—(Risas) Sí, se habló bastante. Fue el año pasado. Se quedó en una anécdota.

—También lució una camiseta de Buffon, que le firmó.

—Siempre fue mi referente. Lo hice como homenaje cuando jugamos contra Italia, porque él ya se había retirado. Gracias a Buffon me gustó tanto ser portero. Le respeto y admiro mucho.

—El café es su otra pasión.

—Sí, es como un buen vino. Me gusta probar diferentes sabores y maneras de hacerlo. Hace varios años creamos el ritual de tomar café en casa antes de los partidos con Isi y Comesaña, ahora que no está viene Martín Pascual. Lo seguimos haciendo.

—¿La moda o el café podrían ser una opción para el futuro?

—No cierro las puertas a nada, aunque mi verdadero amor es el fútbol. No sé si podría vivir el día de mañana sin él.

—¿Siempre lo tuvo claro?

—Sí. Aquel niño que jugaba en Kumanovo llegó a Vallecas y encontró su sitio. Mi barrio es humilde y se parece a este. Quizá por eso fue muy fácil mi adaptación en el Rayo.

—Termina contrato en 2024, ¿le gustaría seguir?

—Siempre lo he dicho, quiero continuar. No sólo en el Centenario, sino varios años. Podría ayudarle a mejorar, avanzar… No habrá ningún problema para llegar a un acuerdo y seguir porque estoy feliz aquí.

—¿Incluso para retirarse?

—¿Por qué no? Me gustaría, la verdad.

—¿Qué sueños tiene con su selección y con el Rayo?

—Ya jugué una Eurocopa y me gustaría ir a un Mundial y con el Rayo jugar una competición europea o ganar la Copa del Rey. Algo que pueda hacer al club aún más grande. Hay que trabajar para avanzar.

—¿Qué engancha del Rayo?

—El club, Vallecas, la afición…Me identifico mucho con la gente del barrio.

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