Diego López: “El club ha apostado por mí, me ha dado la oportunidad”
El veterano portero fue junto a Salvi Sánchez, la principal novedad en el primer entrenamiento del Rayo Vallecano. El arquero atendió a AS al término de la sesión y se mostró muy ilusionado.
El Rayo Vallecano anunció el pasado 2 de julio el fichaje de Diego López. El portero de 40 años, que cumplirá 41 en noviembre, se compromete con el conjunto madrileño por una temporada, hasta el 30 de junio de 2023. Siete días después de anunciarse su fichaje, el guardameta realizó el sábado su primer entrenamiento. Al término de la sesión, se hizo fotos con algunos aficionados que estaban esperando a la salida y atendió a AS: “Estoy muy contento de estar aquí. Ya estamos trabajando de forma muy intensa y tengo muchas ganas”, confesó.
Diego López jugará en su cuarto equipo de la Liga, su quinto club a lo largo de su carrera, tras pasar por el Real Madrid en dos etapas, el Villarreal, Sevilla, Milan y el Espanyol, donde pasó sus últimas seis temporadas siendo titular indiscutible. En la temporada 2005-2006, en la cantera madridista coincidió con David Cobeño, ambos luchaban por el puesto de titular. Cobeño es el actual director deportivo del Rayo Vallecano y fue el encargado de ficharle. Precisamente, Diego López desveló el motivo de su fichaje por la Franja: “El club ha apostado por mí, me ha dado la oportunidad”, afirmó el guardameta con una sonrisa.
El ex del Espanyol llega para competir por el puesto de titular con Stole Dimitrievski. Aportará experiencia, liderazgo e intentará despejar las dudas que se crearon en la portería la temporada pasada. Además, sirve de ejemplo para los más jóvenes y en la pretemporada comparte entrenamientos con los canteranos Miguel Morro y Carlos Pantoja. El guardameta llega tras ser el tercer portero con más paradas de la Liga, 115 intervenciones, con una media de 3,19 paradas por partido. Sus 388 partidos en Primera División son su mejor carta de presentación. “Estoy muy contento e ilusionado”, concluyó antes de marcharse con la misma sonrisa del primer día con la que había llegado a entrenar.