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CELTA

Denis Suárez: “Guardo cero rencor y le deseo lo mejor al Celta”

El mediocentro repasa su polémica relación con Carlos Mouriño. También habla de su fundación, de su paso por el Espanyol y la lesión que padece.

Actualizado a
Denis Suárez posa para AS en el Hotel Pazo Los Escudos.
Lalo R. VillarDiarioAS

Lo primero de todo, ¿Cómo se encuentra?

Pues bien. Después de la operación ya es una cuenta atrás para volver. Estamos siguiendo las pautas que nos marcó el cirujano, tanto con los médicos del club como con el entrenador, de recuperarse bien y volver la temporada que viene. Sí es cierto que espero acabar entrenando con el equipo este año, pero no jugaré porque no tiene sentido jugar dos o tres partidos y arriesgar.

¿Es más duro el proceso físico o el mental durante la recuperación?

Los dos. Venía de ser titular con Quique, empecé siendo titular con Pacheta, estuve dos meses sin jugar, cuando estaba cerca de volver surgió otra recaída y después se repitió, entonces ya decidimos operar.

¿Cuáles son las perspectivas de la nueva Fundación Denis Suárez?

La fundación nace primero por la escuela, que lleva varios años funcionando, pero queremos ir más allá, no sólo centrarnos en el fútbol, sino también dar apoyo a gente que no tiene recursos, no sólo a nivel económico, sino ayudar a que tengan un progreso y una formación. Haremos proyectos de formación para gente joven y para gente adulta, para que tengan una oportunidad de trabajo.

¿Van a ayudar en la formación a los jóvenes?

El tipo de formación que estamos dando ahora mismo no va relacionada con el deporte, pero sí la tendremos también porque estamos intentando cerrar un acuerdo con la Fundación Johan Cruyff. Yo he coincidido con muchísimos jugadores y sólo han podido llegar uno o dos. Muchos se quedan por el camino, es importante que tengan una formación.

¿Cree que falta esa cultura dentro del fútbol español?

Yo creo que los clubes van cada vez más en esa línea. Yo cuando llego a entrenar cada día en el Villarreal, veo a los niños de la residencia dando clase. Es un club que trabaja muy bien en ese aspecto. Cualquier chico que esté ahí, por mucho que no llegue, va a tener esa formación que siempre es necesaria. Muchas veces nos obcecamos con que nuestro hijo tiene que ser futbolista. Desde que creé la escuela dejé una pauta muy marcada para que todos los niños jueguen lo mismo, que tengan la misma participación. Un entrenamiento al mes lo hacemos con la Fundación Gasol, que trata contra la obesidad infantil, se hacen actividades con nutricionistas para que les den pautas... Yo esa oportunidad no la tuve y quiero que otros la tengan.

¿Cómo ha surgido la reconciliación con el Celta?

Nosotros ya teníamos antiguamente un acuerdo con la Fundación Celta y la idea era retomarlo. Si nosotros tenemos unos chicos que son potenciales futbolistas, lo mejor es que estén en casa y no fuera. Yo estuve toda la vida en la cantera del Celta, tuve muchas oportunidades de irme al Madrid, al Barcelona y a muchos equipos y sólo me fui al City por la necesidad del club. Lo mejor es que los chicos se formen aquí y se puede ser de la mano del Celta, mucho mejor. Nunca he perdido el contacto con trabajadores del club, siempre he tenido buena relación con Miguel Álvarez (directivo y marido de Marián Mouriño), la gente de mi fundación siempre ha tenido buena relación con el Celta y al final se ha llegado a un punto de acuerdo que beneficia a todos.

¿Es un alivio para usted este acercamiento?

Que haya esta paz social es bueno para todos. No tiene ningún tipo de sentido que haya enfrentamientos. Sí es cierto que desde fuera se magnifica todo mucho la cosa y realmente no es tanto, pero es verdad que el Celta está dando pasos que la gente está valorando. Lo mejor es que tu gente se sienta identificada con tu club y sea feliz, no que haya malos rollos y problemas.

¿Lo pasó muy mal con aquella guerra interna?

Yo lo pasé mal, pero lo pasaron peor mis padres y mi familia. Me sabe mal que a mi padre le hayan podido decir según qué cosas, tanto comentarios positivos como negativos, que haya ese enfrentamiento con el club cuando nosotros íbamos en esa línea ascendente para optar a meternos entre los ocho primeros, que haya cánticos en el estadio... A nivel de fútbol no me afecta porque yo entro al campo y estoy centrado en jugar.

¿Usted los escuchaba?

Se escuchan. Yo puedo ser políticamente correcto y decirte que no, pero sí que lo escuchas. Te soy sincero, a mí las redes sociales no me afectan, pero yo leo mucho porque me gusta estar en contacto con la gente. El que dice que lee nada, es el primero que se come todo. Quizás se podía haber encarado todo de otra forma.

¿Hoy lo hubiera gestionado de otra manera?

No lo sé. Considero que no he hecho absolutamente nada, pero puede ser que me haya equivocado en algunas cosas.

¿Por ejemplo?

Pues igual haber dado apoyo a unos comunicados que no tenían sentido en su momento. Puede ser que me equivocase, pero llevo muchos años trabajando con mucha gente y sé cómo funcionan. Guardo cero rencor por mi parte y le deseo lo mejor al Celta. Creo que se está recuperando la identidad que se había perdido.

¿Y en este nuevo Celta cabe el regreso de Denis?

Estoy encantado en el Villarreal, y no es por quedar bien. Me tratan increíble, es el club ideal. ¿Si puedo volver al Celta? Pues no lo sé... Me quedan dos años de contrato e intentaré jugar lo máximo posible.

¿No le gustaría desquitarse de la mala salida que tuvo?

No sé qué pasará, ahora no estoy pensando en eso.

Siendo adolescente le quisieron Madrid y Barça, ¿alguno estuvo realmente cerca?

En esa época me reuní con el Barça, estuvo Narcis Juliá en mi casa, pero no había ninguna opción. Era el Manchester City o el Manchester City, y encantado de haber estado allí. Mi primera opción era quedarme aquí y triunfar en el primer equipo. Lo del Madrid fue con 14 o 15 años, me preguntaron si quería ir allí y dije que quería quedarme en el Celta.

¿Cómo fue la experiencia de descender con el Espanyol?

Yo voy al Espanyol porque di mi palabra al club y a Diego Martínez. No se resolvió hasta el último día porque los clubes que tienen dueños extranjeros y pasa todo por ellos, tienen horarios distintos. Estuvo a un paso de ir al Sevilla, ya estaba el contrato redactado y todo.

¿Qué pasó entonces?

Pues que yo le había dado mi palabra al Espanyol. Era una situación para seis meses, mi mujer es de Barcelona, yo tengo residencia en Barcelona y era todo mucho más sencillo. Es un club con unas posibilidades increíbles, teníamos muy buen equipo, pero las cosas no salen bien porque es un club que está en constante crispación, pero no me arrepiento. Sí que es una faena descender, nunca lo había vivido y me sabe muy mal, pero he descubierto un club con gente maravillosa, una afición espectacular, es muy difícil ser del Espanyol en Barcelona y me identifico mucho con ellos. Di todo lo mejor de mí, pero fue complicado después de seis meses sin jugar. Tengo esa espina clavada de descender porque el Espanyol tiene que estar en Primera y pelear por cosas importantes. No salió como esperaba y el Sevilla ganó la Europa League...

¿Quién medió entonces para que se desbloqueara su salida del Celta?

Luís Campos. Necesitaban que el Celta se reforzara, si hubiera sido otra la situación, yo me hubiera quedado todo el año sin jugar.

¿Y qué papel desempeñó el antiguo director general, Antonio Chaves?

Yo hablaba con Luís Campos.

¿Prefiere pasar palabra?

Sí.

El comienzo del Villarreal fue realmente complicado. ¿Llegó a ver el fantasma del descenso de nuevo?

No, porque es una situación totalmente diferente. Un equipo con 50 goles en tres jugadores es muy difícil que baje. Al final se dio la vuelta y vamos a pelear hasta el último partido por meternos en Europa.

Siempre que un buen equipo está en problemas, se dice que hay problemas internos.

No, problemas internos ninguno. Sí es cierto que cuando cambias de filosofía, cuesta adaptarse a ello. El equipo acabó el año pasado volando con Setién, no se metieron en Champions de milagro. El club decidió tomar un cambio, Pacheta vino con una idea diferente y no salió del todo bien, entonces el club fue a lo seguro, apostando por Marcelino.

¿Cómo ve al nuevo Celta de Giráldez?

Desde fuera lo veo como un cambio de identidad que era necesario. Sí es cierto que Rafa Benítez hizo un trabajo muy bueno y por pequeños detalles el equipo no estaba donde se merecía, pero al final las cosas pasan por algo. El Celta apostó por un cambio de entrenador y un cambio de identidad, se vio el otro día con la apuesta por los chavales.

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