BARCELONA
Dembélé vuelve a casa
El caso Dembélé no para de dar vueltas. El francés acudió al entrenamiento del Barça mientras su traspaso sigue en discusión con el PSG.
El serial por Ousmane Dembélé tenía reservado este domingo un capítulo inesperado. El francés llegó a la terminal de vuelos privados de El Prat pasadas las tres de la tarde y sobre las seis se presentaba en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí para entrenarse. El delantero francés no hacía más que cumplir con su contrato y su obligación. Se entrenó con normalidad. Si es que a esta tensa espera se le puede calificar como normal.
A pesar de que el internacional francés tiene un acuerdo firme con el París Saint-Germain, los detalles de la operación no se han cerrado y como jugador con contrato todavía en vigor con el club catalán estaba obligado a acudir al entrenamiento, porque, a diferencia de otros casos, no se le concedió el permiso personal que se acostumbra a dar en casos similares. Sin ir más lejos, el de Kessié, que no acudió al entrenamiento con permiso del club para cerrar su traspaso a la liga saudí.
En el fondo de la cuestión subyace un pulso entre el Barcelona y los agentes del jugador que descartan cualquier pacto amistoso que pudiera haberse planteado en la gira americana cuando este diario fue el primero en adelantar que el francés se planteaba irse al equipo de Luis Enrique.
El Barcelona no se lo va a poner fácil a Dembélé, que a diferencia de lo que hizo con el Borussia de Dortmund hace seis años cuando se declaró en rebeldía para salir del conjunto alemán destino Barça, ahora ha querido cumplir con la legalidad.
La presión
En el paisaje actual, el Barcelona incluso podría alinear a Dembélé este martes en el torneo Joan Gamper. De hecho, el francés es todavía a todos los efectos jugador del Barcelona aunque haya activado la cláusula de transferencia obligatoria que en su día firmó en el acuerdo de su renovación por el conjunto blaugrana. Todo se reduce a una presión para que el acuerdo de traspaso, que es de 50 millones, favorezca en el reparto al Barcelona.
Moussa Sissoko, agente del jugador, acordó en su día con Mateu Alemany, director de fútbol del club culé, que en caso de un traspaso antes del 31 de julio, el precio sería de 50 millones a repartir al cincuenta por ciento entre Barça y jugador. Ese porcentaje es el que está tratando de modificar el club a su favor al considerar que no se cumplen ciertas cláusulas. El caso es que esta tensa espera deberá tener un final. Y tras el órdago de ver a Ousmane de nuevo con el Barça, no parece que esto pueda alargarse mucho.