Demasiados tiros al aire

Mucha llegada, poca puntería. Podría ser el resumen de lo que está siendo el Real Madrid esta temporada. Un equipo tan imperfecto, como imbatido. Que con sus luces y sombras, continúa invicto: seis partidos, seis victorias. El diagnóstico invita al alta, pero la radiografía evidencia un serio problema: le cuesta un mundo hacer cada gol. Más que nunca. El Madrid ha hecho 124 tiros en estos seis partidos, una barbaridad (¡son casi 21 por noche!). Es una apisonadora de generar, de avasallar, de llegar una y otra vez y, sin embargo, sólo lleva 11 goles. La cuenta es sencilla: zarpazo cada 11 tiros. Una cifra desmesurada. Para que sirva de referencia, el año pasado marcaba cada seis disparos. Hay un problema.

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Abajo tienen el parte médico. Y es que la del Union Berlin fue la noche del culmen: 32 tiros... y en el minuto 90, aún agua. Fue uno tras otro. Uy tras uy. La inteligencia artificial, con este dato, le pronosticaba casi cuatro dianas a favor, pero la realidad eran 65.207 madridistas con ganas de partirse la camisa en las gradas. Sin entender absolutamente nada. Postes, paradas de Rönnow, disparos fuera... rozó lo inverosímil. Hasta que llegó el 94′ y Bellingham, el de siempre. Autor, ya, de seis de los 11 goles del equipo (el 54%, casi nada). El Madrid está en sus manos, en sus botas.

Porque al resto no le entran: Rodrygo no marca desde San Mamés, Joselu es el máximo reflejo de esta tesis (tenacidad irreprochable para intentarlo, intentarlo e intentarlo, pero sin suerte), el cañón de Valverde sólo ha acertado una bala y sin Vinicius, más sequía. Es innegable el sentir de que un matador, en este equipo, estaría poniéndose las botas. Hablando en plata. Ante la Real Sociedad fueron 17 tiros, ante el Getafe 26 y ante el Almería, 25. Las noches más mundanas, San Mamés y Balaídos, con 14 y 10 tiros respectivamente. Que ya son.

Los 124 tiros del Madrid

Pleno al seis

Pero hay una cosa que escapa a cualquier análisis: el Madrid ha ganado absolutamente todo lo que ha jugado, de momento. Con su evidente problema de pegada y su consiguiente abono al sufrimiento semanal, pero hasta ahora la pelotita siempre ha acabado entrando. Aunque ya van tres noches de agonía, todas salvadas por Jude: Balaídos (hasta el 82′, nada), Getafe (95′) y Union Berlin (94′). La cuestión es cuánto podrá sobrevivir el equipo en una cuerda floja tan fina. Cuánto podrá caminar el funambulista de los 124 tiros y sólo 11 goles. No va mal. Ya ha aguantado 540 minutos. Y eso es mucho más que lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks.