Aguado insiste en su inocencia, su defensa trata de parar el juicio
En paralelo a su escueta declaración de este lunes, sus abogados han presentado un recurso de reforma al auto de procesamiento por su presunta agresión sexual.
El caso Álvaro Aguado afronta este lunes un día importante. El futbolista ha realizado una declaración indagatoria en la Ciutat de la Justícia, de Barcelona, toda vez que la jueza instructora decidió procesarlo por la presunta comisión de un delito de agresión sexual la madrugada del 24 de junio de 2024, en la discoteca Opium de la Ciudad Condal, cuando se celebraba el ascenso a Primera División del Espanyol, donde militaba.
La declaración de Aguado, que se desarrolló al mediodía de manera presencial en el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona pese a que éste pidió que fuera telemática al no residir ya en la capital catalana -dejó de ser jugador del Espanyol el pasado junio-, fue muy escueta, ni siquiera llegó a durar cinco minutos, puesto que el jugador se ratificó en su inocencia, y tampoco a la salida de los juzgados quiso pronunciarse.
De todos modos, se trataba en realidad una mera formalidad para dar paso al juicio, junto a los escritos de la fiscalía, la acusación particular y la defensa. Es en este punto donde se produce la novedad más importante.
El recurso de Aguado
La defensa de Aguado ha presentado un recurso de reforma -una petición de impugnación- al auto de procesamiento, puesto que considera que “se basa en meros indicios y no en pruebas fehacientes”, según una nota remitida desde su entorno a algunos medios, entre ellos AS.
Según la defensa, ningún testigo presencial atisbó “ningún tipo de tocamiento”, los informes médicos y de toxicología “descartan la presencia de drogas de sumisión química, señales de fuerza y lesiones en la denunciante” y los testigos que aportó la acusación son a su juicio “testigos de referencia”, esto es, no estuvieron presentes en el lugar de los hechos, entre otras consideraciones.
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Cabe recordar que el auto de procesamiento evidenciaba que “existen indicios del delito de agresión sexual”, por la credibilidad que a la jueza le sugiere la declaración de la denunciante, quien siempre mantuvo su versión ante los Mossos d’Esquadra y en el juzgado, porque Aguado reconoció la existencia de relaciones sexuales, por el testimonio de otros empleados del Espanyol -la denunciante lo es- y porque considera los informes forenses compatibles con la tesis de una agresión sexual.
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