De Puerto Rico a un “videojuego”
Furor nacional con Jeremy de León: ya marca con la selección. Ilusiona con jugar un primer Mundial. El plan es que salga el ‘Toro’ y ‘ascienda’ en el filial.
Jeremy de León es un chico diferente. Y las personalidades distintas, fuertes, enganchan. Párese y piense en su situación por un momento: en un país casi monopolizado por el beisbol, decidió jugar al fútbol; y teniendo la posibilidad de vivir grandes torneos con Estados Unidos, optó por defender a su país, aunque eso le costase portadas y cenitales. El pequeño Jeremy, ese que daba patadas a una pelota rota –si no una lata– por las calles de San Juan, se ha convertido en un ídolo porque ha entendido el ADN de su tierra: la fidelidad por encima de la gloria. Con todos ustedes, el próximo delantero del Castilla. Y el ídolo futbolístico de Puerto Rico.
Su historia es breve, pero intensa. Se crio en el Surf Soccer Club, del que no se vayan a imaginar unas amplias instalaciones, balones de la última temporada, petos lavados a diario, ni similares. Se trata de un humilde equipo en el corazón de San Juan dotado de un único campo, cuidado de la mejor manera posible, rodeado de vallas metálicas y una desgastada pista de atletismo. Allí, por las noches, un niño pelirrojo gambeteaba con la pelota. Gol, gol y gol. Era bueno, era un crack. Y se le vio tal futuro, que con sólo 17 años hizo las maletas rumbo a España, recalando en el Juvenil del Castellón.
Y de repente, el Madrid
Pero seguía siendo un desconocido. Una promesa que no dejaba de prometer. Mientras crecía de Orellut, le llamaban las categorías inferiores de su país. A los 18 años debutó con el primer equipo y en la temporada de sus 19, jugó 30 partidos, entre ellos el playoff de ascenso a Segunda (amarga derrota en la final, con el Alcorcón). Empezó esta temporada en Castalia, pero fue en enero cuando el Real Madrid decidió acometer su fichaje. Un puertorriqueño en Valdebebas. El Big Bang.
Bad Bunny, Eladio Carrión...
Jeremy de León no ha terminado de hacerse un hueco en estos pocos meses con Raúl (sólo ocho partidos y un gol), pero nada ha apagado la llama de la ilusión que calienta su país. Bad Bunny compartió su imagen firmando el contrato en sus redes sociales, Eladio Carrión lo invitó al backstage de su concierto, Kike Hernández, estrella de Los Angeles Dodgers, apareció en un partido con su camiseta del Real Madrid y Chente Ydrach, responsable de uno de los podcast más influyentes del país, lo invitó hace escasos días. Ese es Jeremy de León, una sensación, un ídolo nacional.
Recambio al ‘Toro’
Un futbolista que dará un paso al frente, la temporada que viene, en el filial: Álvaro Rodríguez apunta a dar el salto a algún club. Pero Jeremy no deja de pisar tierra: “El mundo de los ojeadores es loco, porque en cualquier momento alguno puede estar viéndote, así que tienes que estar preparado. Y así fue con el Real Madrid. No sé ni cómo explicarlo... es como vivir en un videojuego. Al principio me imponía, pero uno se va acostumbrado. Pienso en trabajar y dar el máximo, sabiendo que es muy difícil estar en el primer equipo, pero que ese es el único camino”. Palabras en el podcast recientemente mencionado.
Con sólo 20 años, Jeremy de León ya ha dado el salto a la selección absoluta de su país: el viernes pasado disputó el clasificatorio al Mundial de 2026 (0-0 en El Salvador) y el martes, fue estelar en la goleada a Anguilla (8-0, con dos goles y un penalti provocado). Ya lleva el 10, enganchando a su gente a eso llamado ‘soccer’, un país que tiraniza el beisbol y, como alternativa, sirve baloncesto o boxeo. El pequeño pelirrojo que ha llegado hasta el Real Madrid ha enganchado a su pueblo, uno que jamás ha participado ni en un Mundial, ni en una Copa América. Está haciendo latir.
El ‘amuleto’ de Ancelotti
Un futbolista muy querido en las entrañas de Valdebebas, donde se destaca su amabilidad y profesionalidad. Aquel al que Ancelotti reclutó para los entrenamientos y acabó llevándose a todos los viajes de Champions como ‘amuleto’. Porque la primera vez que lo subió fue, simplemente, porque le hacía falta un jugador para poder hacer un 11 vs 11 en un partidillo. De ahí pasó a Mánchester, donde se entendió que su presencia, literalmente su presencia, fue también clave en la remontada. Así que repitió en Múnich y Londres. Ya es el ‘amuleto’, un mote cariñoso que no rehuye. El Castilla tiene nuevo delantero. Y Puerto Rico, ídolo. El chico de San Juan. El pequeño Jeremy. Una personalidad fuerte, diferente.