De Marcos cuelga las botas al final de temporada
El capitán rojiblanco ha comunicado su madurada decisión a sus compañeros esta mañana en Lezama. Segundo león en partidos: 560. “Todavía no me he jubilado, quedan tres meses increíbles”.
Óscar de Marcos, de 35 años, ha comunicado este miércoles a sus compañeros una determinación muy madurada. El carismático capitán del Athletic, un ejemplo constante para los canteranos y los más jóvenes del plantel, ha anunciado su decisión de dejar el fútbol a final de campaña a sus compañeros en Lezama, tres días después de igualar a Iker Muniain ante el Espanyol como segundo león con más partidos (560) tras Iribar (614).
Colgará las botas en el Athletic después de 16 años en el primer equipo, cuando fichó del Alavés. De Marcos ya había pensado en su retirada las dos últimas campañas, alertado por las lesiones y el desgaste físico. Quería terminar como titular y siendo útil en el verde. Renovó por un servicio al club y por la confianza de Valverde, que le pidió un último baile tras la despedida de los veteranos Muniain, Raúl y Dani García. Quería que encabezara la transición antes de que tomen las riendas otros. “Hay muchas cosas que pongo en la balanza, la Champions está en esa balanza”, confesaba el pasado domingo en Cornellà dejando una puerta abierta a la continuidad. Pero su idea estaba ya tomada.
El lateral derecho de Laguardia ha ganado en Bilbao una Copa y dos Supercopas. Se estrenó como león en la previa de Europa League ante el Young Boys en el estadio Suisse Wankdorf, en el que el Athletic ganó por 1-2 gracias a un gol de Iker Muniain, de quien ha heredado el brazalete. De Marcos ofrecerá una rueda de prensa hoy en las instalaciones de Lezama a las 13:15 horas para explicar los motivos de su decisión y repasar su trayectoria.
El jugador ha comunicado su decisión antes del entrenamiento de hoy, en un corrillo con todos, aunque muchos de sus compañeros ya la conocían. De hecho, tras agradecer a los trabajadores de Lezama “el día a día tan bonito que tenemos aquí”, De Marcos afirmó que ya había les había planteado a algunos del equipo la opción de retirarse este año. “No quiero que parezca una despedida lo de hoy, porque me quedan tres meses que son increíbles. Si lo digo es porque no quiero que, si por ejemplo Iñaki (Williams), tú que me quieres mucho, marcas un gol este domingo, no quiero que me lo dediques. No quiero homenajes todos los fines de semana, quiero darlo todo hasta el último día, como he hecho siempre”.
Cree que es día adecuado para dar a conocer que lo deja. “He elegido este momento para anunciarlo porque nos quedan tres meses increíbles. Si vamos pasando rondas, no quería comunicarlo entre fase y fase. Quiero que estemos centrados en algo ilusionante y en la liga. Y si fuese mal y cayésemos, no quería tener que decir que lo dejaba y que se asociase una cosa con la otra. Prefiero dejar claro que me quedan tres meses y disfrutarlo”, explica.
Y concluye: “He cumplido muchos más de los sueños que pensaba cumplir cuando llegué al Athletic. He hecho unas amistades que van a ser de por vida y he pasado días increíbles. Hemos ganado dos Supercopas y el año pasado conseguí el sueño que tuve toda mi vida. Sacar la Gabarra e ir montado dentro es lo mejor que te puede pasar. Solo me queda un sueño, que es difícil, pero si hay un equipo que puede cumplirlo sois vosotros”. Sin citarlo, por no ser gafe, deja claro que quiere marcharse con el ansiado título europeo. La final de la Europa League es en San Mamés, sería cerrar el círculo perfecto. Y luego, poner la guinda con el pasaporte a la Champions.
Se va el último de los ‘guerreros de Bielsa’. Se ganó el respeto del técnico argentino después de jugar durante una hora de un partido ante el Zaragoza con un desgarro en el escroto y la uretra por el que, al final del choque, le tuvieron que dar 25 puntos de sutura en el hospital. En el descanso, él mismo se puso unas gasas. Estuvo una semana con sonda. Reconvertido en lateral por necesidades del equipo, el alavés vistió en principio el número 10, tal vez uno de los más codiciados en cualquier club, con el ‘Loco’ era un volante que aparecía como un cohete en área contraria. Cuando se retiró Gurpegui, que lucía el 18, prefirió quedárselo, en otro ejemplo de una modestia nada impostada que le acompañó durante toda su carrera. Su gesto de visitar a niños enfermos de cáncer en un hospital cada viernes fue desvelado por los medios muy a su pesar pero dibuja la calidad humana de un tipo inigualable.
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