De la absurda escasez de centrales al ‘overbooking’

De la disparatada planificación del Sevilla de hace un año hubo un hecho que llamó la atención especialmente por inaudito. Los de Nervión, en una temporada con tres competiciones, siendo una de ellas de nuevo la Champions, iniciaron el curso con sólo tres centrales puros en la primera plantilla. Una decisión por parte de Monchi y Lopetegui de difícil comprensión más aún teniendo en cuenta que se había vendido a Diego Carlos y Koundé y que para suplirlos habían llegado el lesionado Marcao y el novato Nianzou.

Ello provocó lo que es uno de los peores arranques de temporada de la historia del Sevilla y que lo tuvo coqueteando con el descenso hasta final de temporada. Se parcheó en enero fichando a Badé y la reconversión de Gudelj al centro de la defensa, unido a su inesperado notable nivel, evitó el desastre e incluso introdujo un nuevo título en las vitrinas del estadio.

Ahora, con el inicio de la pretemporada en el horizonte, el panorama ha cambiado y de qué manera. Porque el Sevilla ha pasado de contar con tres centrales puros a cinco. O seis, si ya se quiere contar con Gudelj en dicha demarcación. A los Marcao, Nianzou y Rekik hay que seguir sumando a Badé, por el que se ejerció la opción de compra. Y a todos ellos, añadir a Gattoni, fichado en enero pero que acabó la temporada con San Lorenzo. De la escasez al ‘overbooking’ que incluso puede poner en el mercado a alguno de los centrales del primer equipo, además de cerrar la puerta a canteranos que acabaron el año cedidos, como Carmona o Kike Salas.